David Harbour habla sobre su pérdida de peso durante Cosas extrañas temporada 4. Después de la temporada 3, los espectadores estaban preocupados por el destino aparentemente final del personaje favorito de los fans, el sheriff Jim Hopper (Harbour). Pero cuando los creadores del programa de ciencia ficción lanzaron un breve adelanto para la temporada 4 en febrero de 2020 titulado ‘Desde Rusia con amor…’, se confirmó que Hopper estaba vivo y luciendo una nueva apariencia. Abundaron muchas teorías después del lanzamiento del avance, y la gente se preguntaba cómo Hopper había terminado en Rusia y cómo volvería con su hija adoptiva Eleven y su antiguo amor Joyce.
Anteriormente, el personaje tenía lo que se denominaba cariñosamente como un «cuerpo de papá», pero el Cosas extrañas El avance de la temporada 4 reveló que Hopper era demacrado y huesudo. Tras el lanzamiento de la temporada 4, se reveló que su aspecto demacrado se debía a su tiempo en un campo de trabajo ruso, donde terminó después de la fatídica explosión en Cosas extrañas temporada 3. Después de meses en el campamento en el que Hopper fue torturado, golpeado, muerto de hambre y puesto a trabajar en la nieve, el ex sheriff de Hawkins afortunadamente tuvo un final marginalmente feliz cuando Joyce y Murray volaron a Rusia y lo rescataron. Harbour, acostumbrado a cambiar su apariencia por un papel, se comprometió con el papel y perdió 80 libras durante ocho meses para interpretar a Hopper en la Cosas extrañas historia de la temporada 4.
En una entrevista con Gente, Harbour reflexiona sobre la pérdida de peso. Aunque menciona que le gusta «ser más camaleónico y descubrir cómo se siente estar en una piel diferente», citando un amor por su «gran cuerpo» así como su «cuerpo atlético delgado”, señala que la transformación de las 80 libras se produjo en un momento en que estaba resignado a estar fuera de forma. Esto es lo que dijo sobre el proceso de pérdida de peso:
«Se abrió un mundo completamente nuevo, [I’m] mucho más flexible y mucho más enseñable, incluso a mediados de los 40, de lo que jamás imaginé [I] podría ser. Y se sintió como un renacimiento. Fue realmente refrescante y realmente emocionante sentir que después de meses de entrenamiento, ‘Oh, ahora puedo cruzar la calle corriendo si viene un automóvil’. Solo pequeñas cosas simples como esa que fueron realmente emocionantes para mí».