La pandemia nos ha afectado a todos de una forma u otra. Aunque siempre hay un lado positivo, es importante reconocer los efectos secundarios negativos en la sociedad. Uno de los principales grupos afectados son los ancianos. Si desea conocer cómo la pandemia y el aislamiento social han afectado a las personas mayores, hemos recopilado algunos puntos para que se entere.
Aislamiento social: ¿cómo llegamos aquí?
El aislamiento social se define como la falta total o casi total de contacto con la sociedad como individuo. El aislamiento social y la soledad están conectados pero representan dos cosas diferentes. La soledad es el sentimiento involuntario que tenemos cuando nos sentimos solos o desconectados de los demás. No es de extrañar que todos hayamos experimentado la soledad, ya que todos hemos estado experimentando mucho aislamiento social recientemente.
Desde el comienzo de la pandemia, se ha practicado el aislamiento social para mantener la seguridad de la sociedad. Cuando se hace bien, se ha demostrado que es un método eficaz para combatir la propagación del virus, pero ha habido algunos efectos secundarios adversos. Para decirlo claramente, los humanos somos criaturas sociales y disfrutamos de la compañía de los demás. El contacto con familiares, amigos y transeúntes tiene un efecto positivo en nosotros. Lo que comenzó como una forma de proteger a las personas, puede haber causado involuntariamente más daño. Y ningún grupo se ha sentido tan duro como los ancianos, frágiles y solitarios.
Los ancianos: ¿puede ser peligrosa la soledad?
Incluso antes de la pandemia, los miembros mayores de la sociedad experimentaban la mayor soledad. Las personas mayores no se desenvuelven en la sociedad como lo hacen los jóvenes por varias razones. La movilidad, la autonomía, la jubilación o el desempleo, los problemas de salud y la seguridad jugaron un papel importante. Dejando a los ancianos más susceptibles a estar solos y sentirse solos.
Los sentimientos de soledad de corta duración están bien, pero la soledad prolongada es donde comienzan los problemas. Se ha demostrado que la soledad tiene efectos desastrosos en la salud física y mental, especialmente en los ancianos. La investigación en https://www.upliftingmobility.com ha demostrado que los sentimientos prolongados de soledad desencadenan una respuesta de estrés en el sistema inmunológico. Esta respuesta puede provocar muchos problemas de salud física y mental o incluso la muerte prematura. Los problemas mentales y de salud como la demencia, las enfermedades cardíacas y los accidentes cerebrovasculares son más comunes en las personas que experimentan soledad.
Debido a las medidas actuales, las personas mayores se han visto obligadas a aislarse. Se les anima a no recibir visitas ni a ver a sus amigos y familiares ni a ir al supermercado. Esta eliminación de la autonomía plantearía un problema para cualquiera. Sin ninguna ayuda, esto puede tener terribles efectos negativos en la mente, especialmente para los ancianos. Para algunos, las acciones simples como obtener alimentos y medicinas se vuelven casi imposibles. Sin ayuda, las personas mayores se encontrarán en una posición muy difícil y con muy pocas opciones.
Otro factor es que, en promedio, las personas mayores no pueden navegar por el mundo de las redes sociales o la tecnología. Esto les impide conectarse con personas a través de Internet o por teléfono y solo aumenta su aislamiento. Además de todo eso, está el estrés adicional de preocuparse por los seres queridos y su salud. Este estrés puede contribuir al deterioro de su salud física y mental, según la investigación.
Combatir la soledad: cómo ayudar
Es evidente por qué la pandemia ha cobrado tantas víctimas en los ancianos y por qué su salud corre tanto riesgo. Entonces, ¿qué se puede hacer para garantizar que los efectos de las medidas pandémicas no dejen una marca permanente en el cuerpo y la mente? Hay muchas formas de ayudar a sus familiares y amigos mayores y tratar de minimizar la sensación de estar solo.
En el caso de las personas mayores, la mejor forma de ayudarles sería mantenerse en contacto. Si tiene parientes o vecinos de edad avanzada, intente hablar con ellos y ver si necesitan algo. Para ellos, una simple carrera de comestibles o una visita al farmacéutico es un buen lugar para comenzar. Una simple conversación o una sonrisa pueden marcar una gran diferencia para alguien que experimenta una soledad extrema. Si no puede conectarse con una persona mayor a través del teléfono o Internet, considere instalar esa línea de comunicación. Puede que tome un tiempo y muchas explicaciones, pero haría maravillas para ayudar a conectar a las personas en estos tiempos difíciles.
La soledad es una enfermedad que puede dañar tanto su salud física como mental. Los ancianos y otros grupos de alto riesgo son los que más han sentido los efectos de la soledad debido al aislamiento social debido a la pandemia. Lucha contra la sensación de soledad educándote, manteniéndote conectado y manteniéndote en contacto. ¡Manténgase a salvo y llame a su pariente mayor!