El verdadero mensaje de la princesa Mononoke va más allá del medio ambiente

Hayao Miyazaki destaca la importancia de romper el estigma contra las personas que viven con enfermedades crónicas en Princess Mononoke.

La amada de Hayao Miyazaki La princesa Mononoke es conocido principalmente por abordar el tema de la sustentabilidad ambiental versus la industrialización. San, Ashitaka y el Clan Lobo deben evitar que Lady Eboshi y Jigo destruyan todo el bosque y obtengan la cabeza del Gran Espíritu del Bosque.

La princesa Mononoke transmitió un mensaje ciertamente importante sobre el medio ambiente. Sin embargo, hay otro tema que merece ser abordado. Este tema trata sobre la estigmatización de la enfermedad y cómo la enfermedad puede aislar a los individuos en la sociedad.

La mano amiga de Lady Eboshi

En La princesa Mononoke, Lady Eboshi está etiquetada como la antagonista. Ella era la líder de Irontown y planeó ambiciosamente expandir su negocio de hierro talando los árboles del bosque. Como resultado, San y el Clan Lobo intentaron detenerla. Aunque Lady Eboshi puede parecer una enemiga a los ojos de San y el Clan del Lobo, su personaje es un poco más complejo. Lady Eboshi no es tan cruel ya que demostró humildad al ayudar a las personas que no tenían poder y estaban condenadas al ostracismo por la sociedad.

Lady Eboshi ayudó a dos grupos subrepresentados: las mujeres y los leprosos. Compró a varias mujeres de los burdeles y les dio una segunda oportunidad en la vida, donde trabajan en el negocio de la extracción de hierro y fueron entrenadas en el uso de armas para defender sus hogares. En cuanto a las personas que viven con lepra, también tuvieron la oportunidad de vivir una vida plena. Cuando Ashitaka visitó Iron Town, Lady Eboshi le explicó el negocio de la minería de hierro. Ella le mostró su escondite secreto, donde le presentó a las personas que fabrican rifles y pistolas. Las personas que ella “contrató” tienen lepra y han sido apartadas del resto del mundo.

Al principio, Ashitaka vio a Lady Eboshi como el enemigo por destruir el bosque y atacar a las criaturas espirituales del bosque como si fueran monstruos. Sin embargo, uno de los leprosos, Osa, defendió a Lady Eboshi. Osa afirmó que Lady Eboshi era la única persona que los veía como personas cuando el resto del mundo pensaba en ellos como monstruos por su apariencia de carne podrida. Al igual que las mujeres de los burdeles, Lady Eboshi les dio un propósito para vivir.

Importante mensaje de la princesa Mononoke sobre la enfermedad de Hansen

La lepra, que también se conoce como enfermedad de Hansen, es una enfermedad infecciosa que puede hacer que las personas presenten decoloración de la piel y desfiguración de los dedos de los pies y las manos. Los leprosos describen su enfermedad como la podredumbre de la carne. Ocultan sus desfiguraciones físicas envolviendo todo su cuerpo con vendajes para que luzcan “normales”.

Sin embargo, irónicamente, Ashitaka es similar a los leprosos. Tanto Ashitaka como los leprosos fueron desterrados de la sociedad porque sus “enfermedades” son maldiciones que desfiguran su apariencia física. Ashitaka tenía una marca de maldición en su brazo que cubrió con ropa. Cuando Ashitaka sintió un profundo odio hacia Lady Eboshi por destruir el bosque, su brazo reaccionó como si tuviera voluntad propia, alcanzando la espada de Ashitaka para que pudiera matar a Lady Eboshi. Al ver esa mano maldita, muchos leprosos le temieron. En esta escena en particular, es irónico que los leprosos teman a Ashitaka ya que ellos mismos también están malditos con desfiguración física y pueden relacionarse fácilmente con él. Sin embargo, una cosa es clara. Independientemente de si se trata de una enfermedad o una maldición, todavía existe un estigma detrás de la desfiguración física y las enfermedades graves.

Aunque el tema de la lepra es sutil en La princesa Mononoke, Hayao Miyazaki quería resaltarlo en la película para que el público sea consciente de la enfermedad y de cómo dicha enfermedad llevó a quienes la padecen a enfrentarse a la discriminación en Japón. Además, al elaborar una historia sobre guerreros samuráis y granjeros, pensó que sería un error excluir a las personas con la enfermedad de Hansen, ya que también forman parte de la sociedad. Al mostrar un grupo de personas que vivían con lepra en La princesa MononokeMiyazaki crea conciencia sobre la enfermedad y cómo nosotros, como sociedad, no debemos estigmatizar ni deshumanizar a las personas que viven con enfermedades y deformidades específicas.