Espacio: James Webb llega (ya) en un momento crítico de su misión

El lanzamiento del telescopio espacial James Webb ha sido un éxito, pero los ingenieros de la NASA no están fuera de peligro.

Mientras que todo el mundo tenía los ojos clavados en su árbol de Navidad, en Kourou la atmósfera era bastante diferente. Si bien el lanzamiento estaba originalmente programado para el 18 de diciembre, lo que les dio a todos mucho tiempo para volver a casa y celebrar la temporada navideña con sus familias, las cosas finalmente no salieron según lo planeado.

De hecho, después de varios contratiempos y un último problema meteorológico, se ha producido el lanzamiento más importante del año, si no de la década. Desde la base de la ESA en Kourou, Guayana Francesa, un cohete Ariane 5 despegó con el telescopio espacial James Webb a bordo. Con ellos, despegó la esperanza de millones de científicos y entusiastas.

Una vez transcurridos los primeros minutos por la atmósfera, el clima se alivió, este primer paso fue bien. Pero este pequeño momento de respiro no duró. De hecho, el viaje de más de un millón de kilómetros hasta el punto L2 de nuestro sistema Tierra-Sol no es como un crucero por el espacio.

29 días de terror cuando cualquier cosa puede pasar

Durante estos 29 días de limpieza, el telescopio espacial especialmente no debe sufrir daños, desviarse de su trayectoria o cualquier otro problema que tenga consecuencias terribles para esta misión, que costó 10 mil millones de dólares.

Pero si bien lleva más de 72 horas en el espacio, el telescopio espacial tendrá que realizar una maniobra muy delicada, que debe permitirle tomar la forma definitiva de su diseño. Para entender completamente lo que le espera al telescopio espacial en las próximas horas, el sitio estadounidense The Verge hizo la analogía con una navaja suiza, y es exactamente eso.

Un paso crucial tras 72 horas de vuelo

Como explica el artículo, el telescopio era demasiado grande en su forma final para caber debajo del carenado de cualquier cohete. Así que tuvo que plegarse sobre sí mismo, teniendo cuidado de que nada pudiera obstaculizar su despliegue más adelante durante la misión. Esta es la primera vez que la NASA se ha visto obligada a diseñar un plan de despliegue con este nivel de complejidad.

En las próximas horas, el telescopio tendrá que desplegar sus dispositivos uno por uno. En Northon Group, que está detrás de la concepción de este «origami del espacio», a los ingenieros les gusta llamar al Webb el «Telescopio Transformers» en referencia a la famosa saga de películas. Queda por ver si el «Webb» tendrá el mismo éxito que Optimus Prime.