Investigadores de la Universidad de Cambridge han desarrollado un sistema basado en inteligencia artificial que diagnosticaría la demencia mucho más rápido que las técnicas actuales, utilizando una sola imagen.
Investigadores de la Universidad de Cambridge han logrado desarrollar un sistema basado en inteligencia artificial que creen que puede diagnosticar la demencia a partir de un solo escáner cerebral, potencialmente con años de anticipación.
Hasta ahora, el proceso de intentar determinar si un paciente tiene demencia o no ha sido muy complicado. Suele durar varias semanas e implica someter al paciente a numerosas pruebas cognitivas, así como a varios exámenes de imágenes cerebrales; todo ello sin poder lograr un resultado concluyente cada vez.
El sistema propuesto por los investigadores de Cambridge, por otro lado, solo necesita una imagen para hacer lo que la IA hace mejor: detectar patrones que son característicos, pero demasiado abstractos o complejos para los humanos. Por tanto, esto permite obtener un resultado concluyente mucho más rápido; datos cruciales en el manejo de estas enfermedades.
De hecho, muchas formas de demencia pueden experimentar un desarrollo dramático poco después de la aparición de los síntomas; cuanto antes se diagnostique, más eficaz será el tratamiento. Este sistema también presenta un valor agregado, ya que también es capaz de formular un pronóstico sobre el curso de la enfermedad.
IA, la revolución esperada en la ciencia del diagnóstico
Evidentemente, como siempre en lo que respecta a la salud, los resultados deberán tomarse con cautela. La IA ha estado revolucionando la ciencia del diagnóstico desde hace algún tiempo, pero todavía no estamos preparados para confiar plenamente en ella; en este punto, es imperativo que un humano permanezca al tanto. Y por buenas razones: incluso si las IA son mucho mejores que nosotros en este juego, no son infalibles. Dependen completamente del conjunto de datos con el que están capacitados. Es pues imposible obtener una certeza absoluta a través de este método.
Pero eso no significa que la IA no tenga cabida en este campo, ni mucho menos. Esta tecnología ha entrado recientemente en la fase de ensayo clínico; para juzgar su eficacia, aproximadamente 500 pacientes británicos debería probar este dispositivo en el próximo año. En particular, esto permitirá extraer conclusiones mucho más claras sobre el nivel de precisión de esta técnica. Si se encuentra lo suficientemente precisa, podría ser una gran herramienta de diagnóstico; lo suficiente para encontrar un lugar de elección entre los especialistas en neuropsiquiatría y geriatría, sin duda. Por cierto, también es un nuevo ejemplo de las capacidades de la IA aplicadas a la salud, que bien podrían revolucionar nuestro sistema de atención médica mucho antes de lo que pensamos.
