Ciencia

Esta puede ser la última foto de Hubble, pero también una de sus mejores.

El Hubble todavía está activo alrededor de la Tierra, y el Telescopio Espacial, que se encuentra en sus últimos momentos, aprovecha el momento para deleitarse con nuevas imágenes.

Si bien gran parte de las noticias espaciales se centran en el JWST, este último casi nos haría olvidar que hay otro telescopio espacial en nuestro cielo y este último sigue activo, aunque ya no está más cerca del final que del principio. Pero aunque muchos parecen querer condenarlo antes de su finalización oficial, el telescopio todavía tiene sus objetivos y todavía es capaz de escanear el cielo en busca de maravillas.

Acaba de tomar una instantánea más que exitosa de una nebulosa, muy difícil de ver desde la Tierra ya que la luz que nos llega es tan tenue. Llamada Nebulosa del Camarón, esta última se encuentra en la constelación de Escorpio. Se encuentra a más de 6000 años luz de nosotros, lo que en realidad no está muy lejos dadas las inmensas dimensiones del Universo.

Hubble-foto
© Hubble

Viveros estrella

Las nebulosas son verdaderos viveros de estrellas, áreas del cielo donde la densidad de la materia es tal que las estrellas luminosas se forman allí por miles. En realidad, se trata de grandes nubes de gas que se forman como resultado de una explosión masiva de estrellas. Una vez que la inmensa estrella ha rechazado su material, se difunde en el espacio ofreciendo inmensos y magníficos matices de color.

Como un ciclo de vida, es a partir de la muerte de esta inmensa estrella que otras pequeñas estrellas se nutrirán para ver la luz del día y brillar a su vez. Con más de 250 años luz de diámetro, se considera uno de los viveros de estolas más prolíficos que conocemos en la actualidad.

Una nebulosa de emisión

Esta nebulosa también ofrece la particularidad de ser «emisión» según el nombre oficial de la NASA. Sin entrar en detalles demasiado técnicos, esto significa que los gases de la nebulosa fueron energizados o ionizados durante su viaje a través del vacío del espacio, ciertamente por radiación de estrellas vecinas. Por lo tanto, estos últimos están cargados con electrones que luego deambulan por el Universo, algunos incluso nos llegan en forma de radiación infrarroja.

Este último es precisamente el punto de trabajo preferido del telescopio espacial James Webb. Él, cuya salida está prevista para finales de año, podrá, por tanto, reanudar los trabajos del Hubble y completarlos añadiendo la radiación iónica perceptible en el infrarrojo.

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