El Jet toma prestada una idea de los barcos de competición, pero la pone al servicio del confort y el ahorro energético.
Jet ZeroEmission, una startup suiza, se ha asociado con Zenith Marine y DWYN para ofrecer su barco homónimo, un concepto de mini-yate lujoso, innovador y eco-responsable.
En su nota de prensa difundida por Interesting Engineering, la firma presenta un barco con aspecto futurista que encajaría a la perfección en el plató de una película de ciencia ficción. Este impacto visual proviene en parte de la forma de la cabina, pero sobre todo de las tres láminas que soportan el conjunto en lugar del casco.
Para aquellos que no están familiarizados con estos divertidos apéndices, la imagen es sorprendente. Sin embargo, es una tecnología bien conocida por los navegadores. Estas aletas se han ido imponiendo poco a poco en el mundo de la competición; tanto es así que hoy en día las máquinas equipadas con ellos dominan regatas como la Vendée Globe sin ninguna disputa posible.
Tres aletas para gobernarlos a todos
El concepto es simple: en esencia, estas aletas funcionan como las alas de un avión. Cuando aumenta la velocidad, generan un diferencial de presión a cada lado de la superficie; a medida que aumenta este diferencial, también aumenta la sustentación. Cuando superan un determinado umbral, la velocidad y, por tanto, la sustentación resultan suficientes para levantar el casco de la máquina hasta aproximadamente un metro por encima del agua. Así puede navegar con mucha menos resistencia y, por tanto, más rápido. Según sus diseñadores, este yate podría coquetear con los 75 km/h mientras disfrutaba de una estabilidad excepcional.
Para los navegantes, el florete se ha convertido en sinónimo de velocidad, fluidez y rendimiento. La Jet toma el problema por el otro lado: en lugar de aumentar la velocidad máxima de la máquina, sus diseñadores prefirieron poner las láminas al servicio de la eficiencia energética y la ergonomía.
A diferencia de un trimarán de regata, esta máquina no será impulsada por el viento. Pero al menos la fuente de energía utilizada también es renovable; en cambio, puede depender de dos celdas de combustible de hidrógeno. Alimentan dos motores eléctricos montados directamente al final de las láminas; son los que permitirán alcanzar la velocidad de crucero para que la máquina pueda ponerse sobre los zancos. Una vez así posado, podía deslizarse sobre el agua consumiendo muy poco combustible, sin la más mínima emisión de gases de efecto invernadero y en un silencio casi total.
El Jet en sí es una embarcación de muy alta gama, diseñada principalmente para una élite adinerada; la iniciativa también está financiada por la Fundación Príncipe Alberto II de Mónaco. Pero la firma también planea un segundo modelo, el Liner; menos eficiente y menos elegante, sin embargo, podría desempeñar el papel de un transbordador para 26 a 32 pasajeros. Eventualmente, el público en general también podría saborear estos barcos del futuro.