Ciencia

Este estudio dice que la quimioterapia aumenta el riesgo de metástasis

La quimioterapia es el método más común utilizado para combatir el cáncer, junto con la radioterapia, pero algunos medicamentos podrían tener efectos secundarios muy no deseados según este estudio.

Durante años, los investigadores han intentado encontrar la mejor solución para combatir el cáncer. En esta lucha, la quimioterapia parece ser una solución más que útil, que ya ha salvado millones de vidas. Por tanto, no se trata aquí de cuestionar el funcionamiento de este tratamiento. Pese a todo, existen estudios que aportan algún matiz sobre los efectos de este cóctel de fármacos.

Hace apenas unos días, un estudio publicado en la revista «Revista Internacional de Ciencias Moleculares» ha llegado para aportar nueva información sobre los efectos secundarios que la quimioterapia podría tener en el organismo de los pacientes. Más específicamente, el objetivo del estudio es la ciclofosfamida (CTX). Este fármaco, presente en la mayoría de tratamientos, sería responsable de un mayor riesgo de metástasis en los pulmones para las personas que ya padecen cáncer de mama.

Este medicamento, si combate muy eficazmente la enfermedad, podría dañar las células que recubren los vasos sanguíneos de los pulmones. Este último entonces tendría más probabilidades de recibir metástasis que tendrían menos dificultades para aferrarse a ellas. No es la primera vez que el mundo de la investigación médica destaca la quimioterapia. De hecho, este último parece tener efectos muy indeseables.

Una enzima en la raíz de todos los problemas.

En el estudio realizado en ratones, un primer grupo recibió una dosis de CTX antes de recibir células de cáncer de mama cuatro días después. El grupo de control también recibió sus células, pero sin haber tenido CTX previo. Según los investigadores, la diferencia es clara y deja pocas dudas. Los ratones que recibieron CTX tienen cantidades mucho más altas de células cancerosas en los vasos sanguíneos de los pulmones.

Los investigadores explican que el fármaco tiende a modificar la «tensión» de los vasos sanguíneos. Por tanto, las células endoteliales que recubren los bordes de los vasos sanguíneos son menos capaces de «adherirse» entre sí, lo que permite que las células cancerosas se infiltran. Los científicos creen que todo esto se debe al aumento de los niveles de metaloproteinasa 2 de la matriz (MMP-2), una enzima que regula la remodelación celular. Una tasa más alta permite que las células cancerosas se infiltran y se adhieran a los vasos. Ya no se eliminan por la simple circulación de la sangre y, por lo tanto, pueden desarrollarse en los pulmones.

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