Ciencia

Este «verdadero monstruo cósmico» está en el origen de una colosal erupción espacial

Un equipo de investigadores pudo auscultar una magnetar en medio de una erupción que fue tan cataclísmica como instructiva para la ciencia.

En nuestra escala, nuestro Sol nos parece inmenso y todopoderoso; pero en la escala del cosmos, no obstante, es un debilucho. Y por una buena razón: el universo está lleno de pesos pesados ​​reales como los agujeros negros o, en menor medida, las estrellas de neutrones. Estos cuerpos celestes son ridículamente pequeños en comparación con nuestro Sol, y apenas miden unos pocos kilómetros de diámetro. Por otro lado, una masa absolutamente increíble se concentra en este pequeño espacio. Por tanto, son excepcionalmente densos, lo que les confiere propiedades fascinantes para los astrónomos.

Entre los puntos más interesantes, se encuentran en particular los varias subcategorías de estrellas de neutrones. Este es el caso de magnetares, estrellas de neutrones que generan una campo magnético dominado, sin comparación con ningún otro objeto conocido. También están en el origen de grandes erupciones que a los astrónomos les encantaría estudiar en detalle. Pero el problema es que estos magnetares son particularmente raro; sólo una treintena de ellos se han documentado hasta la fecha.

Un espectáculo de fuegos artificiales titánicos

Un verdadero desamor para los astrónomos e investigadores de la física fundamental, porque son objetos fascinantes de estudiar. Un contexto que hace aún más excepcional la observación realizada recientemente por un equipo de investigadores internacionales; de hecho, lograron dibujar el retrato de una enorme magnetar durante el pico de una erupción increíblemente violenta en las obras detectadas por Futura. A avistamiento verdaderamente sensacional, ya que estos eventos siguen siendo pobremente documentado.

Y por una buena razón: estos son eventos extremadamente breves que tienden a camuflarse entre las innumerables otras señales que deambulan por el cosmos. Por lo tanto, son extremadamente difíciles de detectar. “El desafío radica en la brevedad de la señal”, explica Reglero. Además, dado que es un ruido correlacionado, es por definición muy difícil distinguir la señal del fondo cósmico difuso.

Pero esta vez los investigadores se llevaron el premio gordo; No solo lograron medir las pulsaciones de la magnetar, sino que lo hicieron justo en medio del pico de la erupción. Y el primer elemento que dejó boquiabiertos a los investigadores fue la increíble violencia del fenómeno; esta «llorar en la nocheEn realidad fue un aullido ensordecedor. «La energía liberada fue equivalente a la que emite nuestro Sol en 100.000 años.”, Explica Víctor Reglero, catedrático de astronomía y astrofísica de la Universidad de Valencia y autor principal del estudio. ¡Sin embargo, este episodio duró poco más de una décima de segundo!

Es solamente la tercera erupción de este tipo jamás registrada y, con mucho, la más poderosa. Afortunadamente, si hubiera sido más pequeño, fácilmente podría haber pasado desapercibido a 13 millones de años luz de distancia. Entonces, los investigadores habrían perdido un conjunto de datos cruciales para comprender estos episodios.

«La energía liberada fue equivalente a la que emite nuestro Sol en 100.000 años ”
-Victor Reglero

Auscultar nuevos titanes

Pero aún queda por descubrir el origen de las sacudidas de esta «monstruo cósmico real”, Como lo llama Reglero. En este momento, no hay un consenso real, sino más bien dos campos separados. Algunos sugieren que estas erupciones podrían provenir de lo que ellos llaman «temblores”En la superficie de los magnetares. Otros creen que se originan a partir de reacciones en cadena desencadenadas por un inestabilidad del campo magnético.

Pero, como era de esperar, los datos recopilados fueron insuficientes para determinar el origen exacto de las erupciones. Por otro lado, ya han proporcionado algunas ideas que facilitarán enormemente el trabajo posterior, para empezar la identidad de uno de los actores apuesta; se trata de las olas de Alfvén. Estas son ondas que podríamos calificar muy sumariamente como «Ondas» en un plasma, y que conocemos relativamente bien ya que también los encontramos cerca del Sol.

Los autores del estudio encontraron que oscilaciones detectadas durante las erupciones fueron coherente con las interacciones entre diferentes conjuntos de ondas de Alfvén; dedujeron que estas interacciones están en el origen de un fenómeno deinterferencia periódicas, de ahí el hecho de que estas erupciones nos lleguen en forma de oscilaciones.

Por tanto, es un excelente comienzo de pista; pero para los astrónomos que trabajan con magnetares, las Estaciones de la Cruz apenas han comenzado. Obviamente, tendrán que seguir viendo a su nueva amada; pero ellos tambien tendran que buscar otros magnetares para maximizar sus posibilidades de ver nuevas erupciones. Una condición imprescindible para esperar desentrañar los secretos de estos titanes que nos recuerdan la inmensidad de las fuerzas que actúan en el universo.

El texto del estudio está disponible aquí.

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