La secuela «Joker 2» no alcanzará la fama de la original y Todd Phillips, el director, está bajo el foco de todos.
«Joker 2 (Joker: Folie à Deux)» ya se presentó en los cines con ingresos inferiores a los de la película original de 2019 y una recepción menos favorable por parte de la audiencia. Esto ha llevado a cuestionar las decisiones creativas de Phillips, especialmente por su intento de convertir la anticipada secuela en un musical.
Jeff Goldstein, el presidente de distribución doméstica de Warner Bros., admitió en el WSJ que no esperaba una caída tan pronunciada en la taquilla: «La película no resonó en el público como esperábamos. Mientras que el primer Joker resonó profundamente con la audiencia masculina, la secuela se sumerge más profundamente en la enfermedad mental y parte de su audiencia principal luchó para conectar con el personaje de Lady Gaga».
«Los expertos del estudio comentan que, aunque están decepcionados con cómo se ha desarrollado todo, respaldan la decisión de permitir que Phillips hiciera la secuela que quería».
Como resultado, la película resultará en un fracaso comercial. Teniendo en cuenta su costo de producción de 200 millones de dólares, más marketing y promoción, necesitaría generar más de 500 millones para ser rentable. Una hazaña que parece muy difícil. Pero la próxima semana veremos si el público acude en masa a verla o si las críticas negativas están influyendo demasiado.
¿Cuál es el motivo de la desaprobación?
«Joker 2» ha obtenido un feedback por parte del público y de los críticos que está muy lejos del aplauso que su antecesora obtuvo en 2019. La primera entrega, dirigida por Todd Phillips, logró resonar en el público por su inmersión en la psicología compleja de Arthur Fleck, un hombre que se desmorona lentamente hacia la locura.
Sin embargo, «Joker 2» ha elegido una dirección diferente, centrándose en la rehabilitación de Fleck. Muchos han quedado decepcionados por esta ruptura con la exploración profunda de la psicología humana tan alabada en la primera entrega. Esta decisión de contextualizar la historia en un ambiente de redención ha degenerado la tensión psicológica que definía a Arthur Fleck. Por lo tanto, la narrativa se siente menos poderosa y más superficial, debilitando la conexión emocional con el protagonista.
Además, la interacción entre Joaquin Phoenix y Lady Gaga no ha sido bien recibida. A pesar de que en teoría debía ser un combo explosivo, se percibe una falta de química entre ambos, lo cual resulta en una relación superficial que resta impacto a la trama.
También, el uso de música en la película ha desatado una gran controversia.
Las proligas y a veces monótonas canciones no aportan nada sustancial a la narrativa. En vez de enriquecer la trama, parecen interrumpir el flujo y diluir la intensidad de la historia, lo que ha llevado a cuestionar la elección de incorporar este componente en una película que necesitaba mantener un tono oscuro y centrado.
En resumen, estas decisiones creativas y estéticas han arrebatado a «Joker 2» la gloria de su predecesora y resultaron en una opinión menos favorable entre críticos y público. Por lo menos sabemos que no habrá una tercera entrega, pero seguramente veremos al personaje reaparecer en otra versión en unos años.
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