Dado que no hay otra opción para recuperar las muestras de Perseverance en este momento, la NASA se está preparando para el primer lanzamiento extraplanetario del mundo.
En pocos años, las distintas agencias espaciales han avanzado mucho en su exploración de Marte, y en particular la NASA, que hoy tiene dos rovers en el Planeta Rojo. El último de ellos, Perseverance, continúa haciendo maravillas y recolectando polvo de roca con la esperanza de encontrar firmas biológicas allí. Pero este es solo el primer paso; el verdadero desafío será repatriar estas muestras. ¡Y para lograrlo, la NASA simplemente pretende llevar a cabo el primer lanzamiento extraplanetario!
En su comunicado de prensa, la NASA detalla una empresa que es cualquier cosa menos trivial, como cabría esperar. Si bien eso ya es toda una hazaña, incluso el despliegue de Perseverance y su compañero volador Ingenuity parece casi trivial en comparación con la empresa que espera a los ingenieros. Efectivamente, si empezamos a dominar relativamente bien el lanzamiento de cohetes desde la Tierra, queda todo por inventar para hacerlo en Marte.
Los ingenieros no podrán confiar en los datos de cientos de otros lanzamientos ya realizados en nuestro planeta, porque las condiciones son simplemente incomparables. Obviamente, esto comienza con la infraestructura. Si los operadores se vuelven tan buenos lanzando cohetes es sobre todo porque tienen el equipo para hacerlo con precisión: una torre de lanzamiento retráctil, una red de túneles para redirigir el empuje del motor del cohete en el despegue… tantos elementos a los que no tendrán acceso en el sitio. También tendrán que tener en cuenta la bajísima concentración de oxígeno, la temperatura, el polvo omnipresente en Marte, etc.
Un rover como plataforma de lanzamiento
Baste decir que repatriar los hallazgos de Perseverance no será fácil. Para lograrlo, la NASA se ha asociado con el gigante estadounidense Lockheed Martin para producir el Vehículo de ascenso a Marte (MAV), un cohete en miniatura destinado a llevar las muestras a la órbita. Inicialmente, el dispositivo se desplegará usando un nuevo móvil llamado Módulo de aterrizaje de recuperación de muestras (SRL); un dispositivo único en su género, que intenta dar respuesta a la falta de infraestructura ya que serviría como plataforma de lanzamiento!
Una vez lanzado, el MAV tendrá que ponerse en órbita para depositar las muestras recuperadas por el rover, ni más ni menos. Entonces habrá cumplido su misión, ciertamente breve, pero tan delicada como crucial. En esta etapa, la Agencia Espacial Europea (ESA) tomará el relevo con su Orbitador de Retorno de la Tierra. Se trata de una máquina especialmente diseñada para servir de apoyo al Sistema de Captura, Contención y Retorno de la NASA; es esta herramienta la que tendrá la gran responsabilidad de recuperar las muestras, acondicionarlas y protegerlas hasta que regresen a la Tierra.
¿De vuelta a la Tierra antes de 2030?
“El Mars Ascent Vehicle representa un primer paso concreto en este ambicioso proyecto que consiste no sólo en aterrizar en Marte, sino sobre todo en abandonarlo.”, explica Thomas Zurbuchen, un alto funcionario de la NASA. “Estamos casi al final de la fase de concepto para esta misión de devolución de muestras de Marte, y las piezas se están acomodando para recuperar las primeras muestras. Una vez en la Tierra, pueden estudiarse con instrumentos de última generación que son demasiado complejos para montarlos en un rover.”, se entusiasma.
La NASA espera que Lockheed pueda terminar el MAV para 2026; de hecho, es en esta fecha que la NASA espera completar su misión compañera, la Módulo de aterrizaje de recuperación de muestras. De lo contrario, la firma tendrá dos años más para lograrlo, ya que su contrato se extiende hasta 2028. Si todo va bien, los investigadores de la NASA podrán estudiar el suelo marciano en persona antes de que finalice la década, con todo lo que ello conlleva en términos de fascinantes descubrimientos.