Ciencia

Lanzar satélites usando fuerza centrífuga

Poner en órbita un satélite sin utilizar la más mínima gota de combustible es el desafío del proyecto SpinLaunch.

Lanzar satélites al espacio es un negocio caro. Desarrollar un cohete confiable lleva años y, además, rentabilizar los lanzamientos es una verdadera carrera de obstáculos para cualquier empresa que desee posicionarse en esta industria.

Entonces, para reducir costos y hacer que el espacio sea lo más accesible posible, las empresas están trabajando, todo a su manera, en cómo llegar al espacio, sin utilizar los medios conocidos y costosos que ya tenemos hoy. En este sentido, el proyecto SpinLaunch es bastante único.

Como ya habrán adivinado los angloparlantes, de hecho es una empresa que tiene como objetivo enviar cargas al espacio haciéndolas girar (girar). La idea es utilizar la fuerza centrífuga resultante de la rotación para enviar satélites al aire. Una idea que parece una locura cuando se sabe que para permanecer en órbita, y por tanto tener alguna función, un satélite debe girar a 28.000 km / h varios cientos de kilómetros sobre la Tierra.

Una primera prueba alentadora

La fuerza requerida para tal lanzamiento es, por lo tanto, colosal, lo que explica el uso de cohetes con sus motores dominados como los conocemos hoy. Por lo tanto, el proyecto SpinLaunch intenta llevar los lanzamientos orbitales a un nuevo nivel revisando completamente la forma de hacer las cosas.

Lanzada en 2015, la idea ahora tiene bastante éxito y ya se ha realizado una primera prueba a gran escala. Después de girar a más de 8.000 kilómetros por hora en una cámara de vacío de la centrífuga, el pequeño proyectil, de tres metros de largo y algunos kilos de peso, se elevó a casi 10 kilómetros, la altitud de los aviones.

Si el espacio aún está lejos, este vuelo fue el primero para un sistema de lanzamiento que utiliza la fuerza céntrica como energía principal. Los ingenieros de SpinLaunch tienen bastante confianza para el futuro, ellos quienes explican que su base de tiro solo se usó al 20% en este primer lanzamiento de prueba. Según ellos, la línea Karman, que distingue la atmósfera superior del espacio, podría alcanzarse rápidamente mientras el lanzamiento a la órbita sigue siendo el objetivo final de la compañía.

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