Después de su vacuna Covid-19, Pfizer quiere utilizar la tecnología de la vacuna de ARN mensajero para combatir la gripe estacional.
En un comunicado de prensa publicado por AFP, el laboratorio de Pfizer anunció el lunes que había lanzado un ensayo clínico para una vacuna de ARN mensajero contra la influenza. Este protocolo se está llevando a cabo actualmente en Estados Unidos en pacientes de entre 65 y 85 años, que es el grupo de edad con mayor probabilidad de sufrir complicaciones según varios estudios.
Inicialmente, el objetivo será evaluar la seguridad de una sola dosis de esta vacuna. También se analizará su inmunogenicidad (su capacidad para provocar una reacción inmunitaria). Todos estos resultados se compararán con los de un grupo de control que recibirá una vacuna estándar.
Coincide con la cepa
Tradicionalmente, las vacunas contra la influenza han incluido virus inactivados; por lo tanto, ya no pueden infectar al huésped, pero aún pueden desencadenar una reacción inmunitaria. Es una técnica probada, pero que tiene ciertos límites. Desarrollar una nueva vacuna, por ejemplo, requiere una cantidad considerable de tiempo.
Un retraso particularmente paralizante, porque lo que siempre se conoce como “la gripe” es de hecho un objeto muy variable, que está en constante evolución. Si solo esperan la epidemia estacional, los investigadores no tienen ninguna posibilidad de poder desarrollar una vacuna a tiempo.
Por tanto, deben basarse en modelos estadísticos para decidir qué cepas utilizarán con varios meses de antelación. Esto explica, por ejemplo, la variabilidad de la epidemia estacional de un año a otro; cuanto más cerca estén sus predicciones de la cepa en circulación, más eficaz será la vacuna, y viceversa.
Pero las vacunas de ARN se pueden desarrollar mucho más rápido. En teoría, este modo de producción permitiría, por tanto, ser mucho más precisos en la elección de la cepa. En la práctica, esto daría como resultado una mayor eficacia de la vacuna.
“La flexibilidad de la tecnología de ARN mensajero y su velocidad de producción podrían permitir una mejor adaptación a la cepa, con un suministro más confiable y el potencial para mejorar la eficacia de las vacunas actuales”, explica el comunicado de prensa del laboratorio.
