Solo un país respeta los Acuerdos Climáticos de París

Los Acuerdos de París se firmaron en 2015, pero seis años después los resultados siguen siendo mixtos.

Según el último informe del IPCC, algunos países no han cambiado en absoluto su nivel de ambición desde 2015 mientras la emergencia climática es «Absoluto». Peor aún, las últimas actualizaciones muestran que los países han retrocedido sus objetivos climáticos para 2030. En términos más generales, 70 no han proporcionado ningún objetivo actualizado desde 2015 y su firma del Acuerdo Global de París.

Según Climate Action Tracker (CAT), un grupo de investigación encargado de medir la acción política implementada para reducir los gases de efecto invernadero, los proyectos gubernamentales aún están muy por debajo de los estándares esperados. Según ellos, algunos países han desarrollado hasta ahora un objetivo nacional «Compatible con 1,5 °», este es particularmente el caso del Reino Unido, pero también de Kenia, Marruecos y Etiopía. Otros están cerca de ella, como la Unión Europea o Estados Unidos.

Gambia: el único buen estudiante

No obstante, el nuevo sistema de puntuación CAT ha encontrado un país que está cumpliendo perfectamente sus objetivos. Este país es Gambia. El estado centroafricano es el único que mantiene una política ecológica que sigue los acuerdos de París.

En el otro lado de la escala, el CAT encuentra a varios estudiantes pobres entre ellos Noruega, Japón y Chile, quienes, según el grupo de expertos, no han hecho lo suficiente para lograr sus objetivos. Sus acciones son por el momento juzgadas «Insuficiente». Al final de la lista, estados como Rusia, Irán y Arabia Saudita deben hacer esfuerzos urgentes para reducir su impacto ambiental.

Para finalizar su informe, el CAT advierte a los países desarrollados. Estos últimos aún tienen que revisar sus objetivos de reducción de gases de efecto invernadero para limitar el calentamiento global. El CAT ofrece así varias áreas de desarrollo. Aconseja en particular aprovechar la caída de los costes de las energías renovables para agilizar su instalación. También es imperativo cancelar los planes para construir centrales eléctricas de carbón. Otra inversión para frenar urgentemente, la financiación de gasoductos y otras terminales de combustibles fósiles, que son desastres ecológicos.