Ciencia

Suecia inaugura un edificio de 80 metros de altura … todo en madera

20 pisos íntegramente en madera, para una construcción neutra en carbono.

Acaba de aparecer un nuevo tipo de torre. Fue inaugurado esta semana en el norte de Suecia en Skellefteå. 80 metros de altura con no menos de 20 pisos, es uno de los más altos del mundo. Según Oskar Norelius, arquitecto a cargo de la construcción de esta torre, tomó tiempo convencer a la población local, que es muy escéptica ante tal proyecto. Finalmente, la torre vio la luz del día, y si los detractores suecos continúan criticando el edificio, parece haber convencido a la mayor parte del país.

En cuanto a la torre en sí, está formada por una sala de espectáculos con capacidad para 1.200 asientos, pero también por un hotel, una biblioteca o una sala de exposiciones. Un proyecto de construcción colosal para Suecia, no muy acostumbrado a este tipo de edificios.

350 metros de bosque en el corazón de Tokio

A pesar de su tamaño muy imponente, la torre sueca no es la construcción de madera más grande del planeta, el récord aún lo tiene el Mjøstårnet, un edificio noruego de 85 metros de altura. Otra construcción más impresionante es el Hoho Wien, que domina la capital austriaca desde lo alto de sus 84 metros.

Pero todos estos proyectos podrían volverse ridículos, mientras que un rascacielos de 350 metros de altura podría ver la luz en la capital japonesa. En el corazón de Tokio, la ciudad podría efectivamente construir una torre en CLT, un material hecho de madera comprimida. Además de ser mucho más ecológico que el hormigón y el acero, este último también tendría la ventaja de ser más resistente a los terremotos. Un punto muy importante para el archipiélago, regularmente afectado por terremotos.

Madera: ¿material de ayer y de mañana?

Abandonada a principios de la Edad Media por ser demasiado inflamable, la madera ha renacido de sus cenizas desde hace unos años. Gracias a las últimas proezas tecnológicas, ahora es posible producir edificios tan fuertes como el hormigón, pero con una ventaja definitiva: una huella ecológica mucho menor. Construidas con árboles de bosques renovables (donde se controla la producción y se replantan árboles), las torres escandinavas son hoy modelos de vivienda ecológica. Con la intención de ser neutrales en carbono, son ejemplos para los edificios del mañana.

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