Una paciente de Argentina pudo combatir su infección por el VIH por su cuenta, sin la ayuda de ningún tratamiento. Gran esperanza para los millones de personas afectadas por el SIDA.
Es un estudio que podría abrirse camino en la historia de la medicina. Publicado el 15 de noviembre en la revista «Annals of Internal Medicine», este último revela que un segundo paciente habría podido eliminar el virus del VIH sin la ayuda de ningún tratamiento. Si este caso extremadamente raro es una fuente de enorme esperanza para los millones de personas que han vivido con la enfermedad durante años, no marca el final de esta lucha por la salud que comenzó hace casi 50 años en Estados Unidos.
Se cree que este paciente conocido como «Esperanza» es de la ciudad del mismo nombre en Argentina. Si bien los investigadores aún tienen que brindar mucha información sobre ella, solo sabemos que es la madre de un niño VIH negativo y está esperando un segundo hijo, ella es parte de un subgrupo de personas llamadas «controladores de élite» por los investigadores. Estos últimos se benefician de una mutación genética que los hace mucho más resistentes a la enfermedad e incluso su organismo podría eliminar la infección de forma natural, sin tener que seguir ningún tratamiento.
Pacientes que se curan solos
Seguido por el MIT, la Universidad de Harvard y el Rayon Institute, un centro de investigación especializado en VIH y su tratamiento, esta paciente «Esperanza» habría logrado, como «la paciente de San Francisco», combatir y eliminar la enfermedad de forma natural. Esto eleva a cuatro el número de pacientes que eliminaron la infección con éxito. Estos dos pacientes además de pacientes de Berlín y Londres, dos personas infectadas que eliminaron la enfermedad gracias a un trasplante de células madre, operación que posteriormente se volvió a intentar, pero que nunca más condujo al resultado deseado.
El desafío para los científicos ahora es comprender mejor cómo estos dos pacientes lograron eliminar el VIH de forma natural. Estos «controladores de élite» son una fuente de inmensa esperanza para los millones de personas que cada día padecen la enfermedad y que ven en estos dos casos aislados una especie de luz al final del túnel. La paciente de Esperanza aseguró que “la sola idea de que mi condición pueda ayudar a lograr la cura de este virus me hace sentir una gran responsabilidad y un gran compromiso para hacer esto realidad. «
Los científicos han analizado y secuenciado miles de millones de estas células en busca de cualquier rastro de la enfermedad. Pero este último nunca se encontró en su cuerpo. Solo la presencia de anticuerpos permitió demostrar que efectivamente había sido infectada por la enfermedad.