Aquí está el «sonido» de un sobrevuelo de Venus

Los astrónomos de la ESA convirtieron los datos de dos sondas espaciales en frecuencias audibles, lo que nos permitió «escuchar» el sonido de un vuelo sobre Venus.

Esta semana, Solar Orbiter y BepiColombo, dos sondas de la ESA, pasaron cerca de Venus como parte de sus respectivas misiones. Ambos necesitaban usar la gravedad del planeta durante una maniobra de asistencia gravitacional, que luego les permitirá llegar a su destino. Pero a pesar de que esto fue solo una parada en su viaje, los astrónomos aprovecharon la oportunidad de estudiar el segundo planeta de nuestro sistema solar.

La oportunidad fue tanto más hermosa cuanto que las dos sondas se cruzaron con apenas 33 horas y algunos kilómetros de retraso; una verdadera proeza técnica, que requería una precisión extrema. Pero valió la pena el riesgo: esta situación particularmente rara permitió a los astrónomos recopilar una gran cantidad de datos nuevos de las dos sondas y compararlos. Por ejemplo, tomaron numerosas lecturas de temperatura y capturaron magníficas imágenes de Venus.

Resultados científicos con música

Pero los datos más interesantes son sin duda los que proceden del acelerómetro y el magnetómetro de BepiColombo. Durante su operación, los astrónomos pudieron sonificarlos, es decir convertirlos en una señal sonora audible; es el mismo principio que en un contador Geiger, que comienza a pitar frenéticamente cuando aumenta la intensidad de la radiación. La única diferencia es que el sonido obtenido por la ESA no representa el nivel de radiación; en cambio, son los diversos datos capturados por la sonda espacial. Los clips de audio se publicaron en YouTube inmediatamente después; lo que escuchas mientras miras estos videos, por lo tanto, ¡es el «sonido» de un vuelo sobre Venus!

El primero se generó utilizando datos del acelerómetro. La ESA explica que este es un sonido particularmente rico, ya que cada variación es atribuible a la variación de otro factor; los diferentes ruidos corresponden respectivamente a la acción de la gravedad de Venus sobre la sonda, a cambios bruscos de temperatura ya las fuerzas de las ruedas de reacción.

El segundo proviene de los datos del magnetómetro; la señal que escuchamos aquí representa la interacción del viento solar con el planeta. Además, parece confundirse con la grabación de audio de una tormenta terrestre.

A partir de ahora, BepiColombo se dirige hacia Mercurio, del que deberá realizar una serie de sobrevuelos el 1 de octubre. Solar Orbiter, por su parte, coqueteará con la Tierra, luego con Venus para realizar nuevas maniobras de asistencia gravitacional; así se preparará para alcanzar la órbita polar del Sol para una serie de observaciones largamente esperadas.