En un foro de comentarios en Japón, un usuario compartió una intrigante anécdota que tuvo lugar recientemente en Ikebukuro. Relatando su encuentro en la entrada de la tienda Surugaya, el sujeto describió cómo fue abordado por una mujer que aparentaba estar interesada tanto en él como en los productos de anime que se vendían en el lugar.
Sin embargo, lo que parecía ser una simple conversación sobre anime pronto tomó un giro inesperado cuando la mujer reveló su verdadera intención: invitar al sujeto a unirse a un culto religioso. La historia fue como sigue:
- El 23 de julio, sobre las 15:00 horas, me hicieron una invitación religiosa (budista, relacionada con la Iglesia de la Unificación) en Ikebukuro. El lugar donde tuve tal encuentro fue la entrada a la tienda Surugaya (frente al restaurante Sukiya). Mientras esperaba a mi amigo, una mujer se acercó y me preguntó: “Disculpe, ¿aquí se venden productos de anime?”.
- Pensé que era bastante obvio que sí, considerando que el letrero de la tienda era enorme, así que asentí con la cabeza. Desde allí me dijo varias cosas: “Ya veo, ¿tienes algún anime favorito?”, pero no me dejó responder. Inmediatamente dijo: “Me gusta mucho el anime, pero no puedo compartirlo porque todo el mundo a mi alrededor está ocupado con su trabajo”. La conversación era totalmente unilateral, y no tuve más remedio que quedarme ahí parado escuchando.
- Pero me sentí incómodo con la conversación, no sabía si realmente le gustaba el anime o no, puesto que muchos de sus comentarios me parecían genéricos, como sacados de un manual. Cuando terminó de hablar, me dijo: “Tengo un poco de hambre, ¿te gustaría ir a ese restaurante de allí?”. Dije que no, que estaba esperando a un amigo. Pero ella insistió y dijo: “Vamos, ándale”, y cuando puse cara de disgusto, de repente dijo: “Bueno, entonces por favor acepta este folleto, es sobre nuestra religión”. Parece que se notaba mi incomodidad, puesto que una mujer mayor se acercó a mí y me preguntó: “¿Conoces a esta mujer?”, a lo que me negué inmediatamente.
La curiosa anécdota definitivamente llamó la atención de los internautas, especialmente por el hecho de que este culto religioso parece estar apuntando a reclutar a los fanáticos del manga y el anime, conocidos también como otakus. Otros, sin embargo, señalaron que esto definitivamente les recordó a una divertida escena de KonoSuba: God’s Blessing on This Wonderful World!.
Los fanáticos recordaron al Culto de Axis de esta franquicia, cuya sede se encuentra en la ciudad de Alcanretia. Los miembros tienen la costumbre de intentar agresivamente convertir a los turistas y muchos recurren al engaño. Como resultado, los miembros del Culto de Axis son catalogados como “locos de la cabeza” para el público en general.
Y, por supuesto, la noticia no pasó desapercibida en los foros de comentarios:
- «Recuerdo cuando me solicitaban cada vez que venía a Ikebukuro a enseñar la palma de mi mano».
- «Los otakus son el objetivo porque tienden a ser solitarios y crédulos… La gente pasiva, como este sujeto, no son capaces de decirle que no a una mujer».
- «Sé que pasa. Yo también estuve a punto de ser religioso. Justo cuando pensaba que estaba ligando a una chica en redes sociales, me pidió que me uniera a un grupo».
- «La gente tiende a olvidar que Ikebukuro es básicamente inseguro».
- «Conozco a alguien que fue víctima de esto. Ten mucho cuidado».
- «También había un tipo delante de la estación de Yokosuka con un folleto sobre el monte Fuji y llamando a la gente. Creo que hacen esto en todo el país. Tú solo debes ignorarlos a todos».
- «En serio, ¡hay mucha gente así en Ikebukuro!».
- «Hoy he estado en Ikebukuro, ¡así que me he horrorizado! Ten cuidado».
- «La que hace mal reclutamiento de otaku en el budismo es la imagen del Kenshokai. En realidad tienen su sede en Saitama. Por eso debes tener cuidado cuando compres productos de anime».
- «Realmente quiero que tengas cuidado con esto. Hacen preguntas muy vagas a la primera, así que es mejor desconfiar y ponerse a la defensiva a partir de ese momento. Lo mejor es ignorarlos y pasar de ellos».
- «¡Todos! La gente que parece peligrosa básicamente no entiende una palabra de lo que decimos, así que ¡huye!».
Fuente: Otakomu