El Covid largo podría estar relacionado con microcoágulos sanguíneos anormales

Un trabajo reciente sugiere que las formas largas de Covid-19 podrían estar relacionadas con la presencia de coágulos sanguíneos anormales y casi insolubles.

Poco después del inicio de la pandemia de Covid-19, los investigadores identificaron una forma persistente de la enfermedad, comúnmente conocida como «Covid largo». Este término se refiere a personas que aún tienen síntomas después de cuatro semanas; una condición que hoy es reconocida por el Seguro de Salud y que puede dar lugar a un cierto número de complicaciones.

A medida que pasa el tiempo y avanza la investigación, el cuadro clínico se vuelve más claro. Recientemente, fueron investigadores sudafricanos de la Universidad de Stellenbosch quienes hicieron un descubrimiento inquietante. En pacientes con esta forma larga, identificaron por primera vez un sobrecarga de moléculas inflamatorias encarcelado en coágulos de sangre pequeños e insolubles. Una posibilidad ya abordada en el contexto del Covid agudo.

La coagulación, ¿un componente central del Covid largo?

Este nuevo trabajo sugiere ahora que estos coágulos podrían persistir, y se estrechamente relacionado con los síntomas prolongados de Covid prolongado. Entre las moléculas así atrapadas, encontramos en particular fibrinógeno actor principal en la coagulación. Los investigadores también identificaron alfa (2) -antiplasmina, que evita que los coágulos se disuelvan. Normalmente, esta última compite con otra molécula, la plasmina, que desempeña el papel contrario; al contrario, favorece su disolución. Es un mecanismo muy fino, que normalmente permite mantener un nivel ideal de coagulación. Por tanto, la acumulación de alfa (2) -antiplasmina altera este delicado equilibrio y por lo tanto, reduce la capacidad del cuerpo para prevenir la formación de coágulos de sangre.

© Pretorius y. Alabama.

Por lo tanto, estas observaciones sugieren que esta dinámica podría ser “central en patologías ligadas a Covid largo”. Pero tendran que ser complementado con otros estudios más extenso. Y sobre todo, será necesario ampliar este trabajo a mayor escala. Por ahora, se basan en una muestra de una cien muestras realizado en mayo de 2021. Una cifra significativa, pero aún insuficiente para llegar a más conclusiones. Sin embargo, este trabajo confirma la importancia del proceso de coagulación en esta enfermedad. Queda por identificar su papel exacto, que aproximaría un posible tratamiento. El texto del estudio está disponible aquí.