Ciencia

El derretimiento del hielo está deformando la corteza terrestre en el hemisferio norte

El derretimiento de la capa de hielo está teniendo un impacto en la forma de todo nuestro planeta.

El derretimiento de la capa de hielo tiene consecuencias bien conocidas: calentamiento global, aumento del nivel del mar… tantos ejemplos del drama ambiental que se está desarrollando en los dos polos de nuestro planeta. Los científicos incluso creen que el derretimiento del hielo ártico tiene un impacto en la forma de la capa terrestre. Las primeras hipótesis en torno a este fenómeno no datan de ayer, pero los científicos pensaban que esta deformación se limitaba a un área geográfica pequeña. La realidad, nuevamente aquí, podría ser más preocupante de lo que la comunidad científica pensaba anteriormente.

Un equipo de académicos de Harvard acaba de demostrar que la deformación de la corteza terrestre fue mucho mayor y que el hielo derretido tuvo un impacto de cientos o incluso miles de kilómetros a la redonda. Para llegar a esta conclusión, investigadores de la prestigiosa universidad estadounidense trabajaron en datos satelitales que van desde 2003 a 2018.

Consecuencias inesperadas

Esta deformación de la corteza terrestre, que se mide en decenas de milímetros por año, podría justificar el resurgimiento de los terremotos en los últimos años en Alaska. Según los investigadores, esta deformación tendría consecuencias en gran parte del hemisferio norte. De hecho, al ejercer presión sobre la corteza terrestre, el hielo del Polo Norte la mantuvo en su lugar. Pero el deshielo glacial lo ha aligerado y la corteza terrestre está aumentando gradualmente a medida que disminuye la presión. Chris Rollins, investigador de la Universidad de Alaska explica que este aumento de la corteza terrestre se produce en dos etapas: “ Primero por efecto elástico, cuando la tierra se eleva instantáneamente después de la pérdida de un masa de hielo. Luego, más lentamente, todo el tiempo Saco reposicionarse en el espacio vacío ”.

El derretimiento del hielo es, por tanto, un problema medioambiental pero también geológico. Entre 1995 y 2017, investigadores de todo el mundo estimaron, gracias a imágenes satelitales muy precisas, que la Tierra había perdido 28 billones (28 billones) de toneladas de hielo. Este derretimiento repentino juega un papel importante en el calentamiento global que acelera. Otra consecuencia desastrosa, el nivel global de los océanos aumentará varias decenas de centímetros en los próximos años. Para luchar contra el derretimiento de los dos polos, actualmente se están estudiando varias soluciones, muchas son las que proponen enfriar la Tierra, blanqueando las nubes por ejemplo.

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