Después de un estudio fascinante, los investigadores de la Universidad de Yale llegaron a una conclusión que no sorprenderá a los usuarios habituales de Twitter y las redes sociales en general. Según ellos, estos últimos tienden a amplificar las publicaciones de indignación. Así, los usuarios van tomando conciencia de que estos generan más engagement y cambian el contenido de sus próximos mensajes a posiciones más radicales.
Esto significa que la naturaleza de las conversaciones políticas en línea se ve afectada. En detalle, los científicos utilizaron un algoritmo de aprendizaje automático capaz de detectar mensajes de indignación en una publicación. Luego, su investigación se centró en un panel de 12,7 millones de tweets publicados por 7.331 usuarios. La idea era averiguar si los usuarios se indignaron más con el tiempo.
¿Una radicalización de la gente moderada?
La respuesta es sí y esto estaría ligado a los incentivos que reciben los internautas. Si bien la cantidad de me gusta y retweets en publicaciones ardientes es mayor, estos tienden a interactuar más al redactar una nueva publicación. Esta hipótesis se validó luego en experimentos de comportamiento en los que se examinó de cerca a los usuarios.
Otra lección interesante de este estudio: las personas que son políticamente más moderadas a veces pueden radicalizarse con el tiempo, atraídas por los sistemas de recompensas vigentes y la mayor valoración de sus mensajes.
Por supuesto, los autores no descartan las publicaciones indignantes como tales y señalan que en ocasiones han sido los motores de cambios sociales significativos. Sin embargo, quieren informar a los líderes que se están preparando para regular las redes sociales.
Molly Crockett, una de las autoras, explica:
La amplificación de la indignación moral es una consecuencia obvia del modelo económico de las redes sociales, que optimiza la participación de los usuarios. Dado que la indignación moral juega un papel tan crucial en el cambio social y político, debemos ser conscientes de que las empresas de tecnología, a través del diseño de sus plataformas, tienen la capacidad de influir en el éxito o el fracaso de los movimientos colectivos. Nuestros datos muestran que las plataformas no solo reflejan lo que sucede en la sociedad. Crean incentivos que cambian la forma en que los usuarios reaccionan a los eventos políticos a lo largo del tiempo.
Estos resultados confirman investigaciones anteriores que muestran que en Twitter, atacar a los oponentes políticos vale la pena en términos de participación.
