Ciencia

Finalmente sabemos por qué nuestras muelas del juicio salen tan tarde

Según un estudio, la aparición tardía de nuestras muelas del juicio se debe a la morfología de nuestro cráneo y a su muy lento crecimiento.

A escala del reino animal, nuestras muelas del juicio son una curiosidad. A diferencia de otros animales, incluidos los primates, la humanidad es la única que tiene que esperar tanto tiempo antes de tener una dentición completa. Una observación que dejó perpleja a la ciencia durante mucho tiempo, hasta hace muy poco. Investigadores de la Universidad de Arizona acaban de presentar un estudio descubierto por Science Alert que parece responder a esta pregunta.

Han pasado varios años desde que la ciencia notó un vínculo entre la aparición de las muelas del juicio y la morfología de la mandíbula. «Uno de los misterios del desarrollo humano es la sincronización precisa entre la aparición de los molares y la historia del individuo.”, Explica Halszka Glowacka, autor principal del estudio.

Docenas de modelos de alta tecnología.

Por tanto, los investigadores trataron de averiguar qué factores concretos estaban en juego y, para ello, crearon reproducciones en 3D de cráneos humanos. Pero estas no son simples reproducciones anatómicas. Produjeron modelos biomecánicos extremadamente complejos; Además del esqueleto, estos cráneos también incluían reproducciones de los tendones y músculos asociados con la masticación.

Han realizado este trabajo para alrededor de 25 especies de primates, desde lémures hasta gorilas y humanos. Y cada vez, hicieron un modelo para cada hito de desarrollo importante. Una obra titánica, que les permitió obtener toda una colección de cráneos funcionales. Al poner a prueba estos cráneos, finalmente pudieron obtener respuestas concretas.

El tiempo de crecimiento y la forma de la mandíbula juegan un papel importante

Sus modelos revelaron que existe una relación muy clara entre la aparición de las muelas del juicio y el crecimiento del rostro. Más precisamente, el tiempo de crecimiento, los forma de mandíbula y la distribución de los músculos masticadores jugaría un papel clave. Cuanto más lento es el crecimiento y menos alargada y protuberante de la mandíbula, menos espacio tienen las muelas del juicio y salen tarde.

“Resulta que nuestras mandíbulas crecen muy lentamente en comparación con otros primates.”, Explica Gary Schwartz, especialista en biomecánica. «En combinación con nuestras caras relativamente cortas, esto retrasa el momento en que los molares tienen un «espacio seguro», con suficiente espacio para emerger sin dañar.«

Líderes en odontología clínica

Ahora que se ha establecido este vínculo, ofrece nuevas vías de investigación. Ahora esperan crear modelos de cráneos humanos fosilizados; una experiencia que puede permitirles aprender más sobre el camino evolutivo que separó a nuestros antepasados ​​de otros primates.

Y según los investigadores, este trabajo podría incluso acabar siendo útil para su dentista. Por ejemplo, podemos imaginar modelos estadísticos lo que permitiría prepasar dónde, cuándo y cómo saldrán estos dientes según la morfología del rostro. En algunos pacientes, esto podría ayudar a identificar el problema antes de que cause complicaciones.

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