La actividad volcánica se está intensificando en la Tierra y sabemos por qué

Según este estudio, los volcanes son las bocas de una inmensa «red» subterránea, que mueve la lava a la superficie.

Este fin de semana, el volcán Cumbre en el archipiélago canario paralizó por completo la isla de Palma con bloques de lava de una altura sin precedentes. En el otro lado del globo, en la isla francesa de Reunión, las erupciones de Piton de la Fournaise también son muy frecuentes. Ante este aumento de la actividad volcánica terrestre, los científicos han buscado durante mucho tiempo comprender su origen.

Según ellos, sería una red real, presente en el corazón de nuestro planeta, que empujaría la lava caliente del manto a la superficie de la Tierra. Estaría presente en las gruesas capas del manto desde su nacimiento, hace miles de millones de años.

El abrigo se mueve mucho más de lo que crees

Según varios estudios, es responsable de las “trampas de Deccan” que ocurrieron en la Tierra hace 65 millones de años. Esta serie de inundaciones de lava había modificado en profundidad el clima de la Tierra, provocando así el fin de los dinosaurios, ya muy debilitados por la caída de un asteroide supermasivo.

Aún muy poco conocida por el mundo científico, esta red subterránea ha sido estudiada muy de cerca desde 2012 por un equipo internacional de geofísicos y sismólogos. En los resultados de este estudio, publicado recientemente en la revista Ciencias, los investigadores explican que esta «red» no es una simple columna sobre el Océano Índico como pensaban originalmente.

Una red subterránea en forma de árbol.

Se despliega como un árbol, con múltiples ramas, que se elevan desde el corazón de la Tierra hasta la corteza del planeta. En cada extremo de estas ramas (o casi) hay un volcán, activo, inactivo o extinto. La presencia de este árbol magmático ya se había sugerido durante muchos años, pero su confirmación podría jugar un papel importante en nuestro conocimiento de los volcanes.

De hecho, al mapear esta estructura en ramas con precisión, y partiendo de la hipótesis de que estas últimas continúan progresando a lo largo de los siglos, sería posible predecir la posición de los próximos volcanes, de acuerdo con la evolución de estas ramas que se el día perfora la corteza terrestre.

Este descubrimiento ofrece de paso una nueva teoría sobre el nacimiento de los volcanes. Si los movimientos de las placas tectónicas forman la mayoría de ellos, ciertos volcanes llamados «puntos calientes» nacieron en el corazón de una placa sin que los científicos realmente entendieran por qué. Este es, por ejemplo, el caso de Etna en Italia o Piton de la Fournaise en Reunión.