Ciencia

Los científicos afirman haber descubierto un nuevo método para encontrar agujeros negros

Este nuevo método no se centra en el agujero negro en sí, sino en las reacciones a su presencia.

Los agujeros negros son objetos fascinantes. Hipotéticos según Albert Einstein, hoy en día son un elemento básico de la ciencia astronómica y gobiernan los movimientos de muchos planetas, incluso galaxias. Pero al final, si el público en general tiene una visión holística de lo que es un agujero negro («algo que absorbe todo y nada puede escapar»), los hay de todo tipo y tamaño … Y dependiendo de su tamaño y su movimiento, no juegan el mismo papel en el universo en absoluto.

De hecho, los agujeros negros más grandes conocidos, conocidos como supermasivos, son en realidad gigantes de la gravedad, que a menudo se colocan en el centro de las galaxias, chupando miles de estrellas. Pero si bien esta es la representación más conocida de un agujero negro, está lejos de estar solo. Invisibles para los astrónomos, los agujeros negros son muy difíciles de detectar y los científicos deben encontrar el medio que están perturbando antes de poder deducir la posición de un agujero negro.

Todo el secreto está en las cuencas de los ojos.

Solo la curvatura de la luz, o incluso la extraña órbita de una estrella, pueden indicar la presencia de un agujero negro, a veces diminuto de unas pocas masas solares. El estudio de la órbita de las estrellas alrededor de estos agujeros negros es un método de detección indirecta muy reciente, pero ya parece haber dado sus frutos. De hecho, los investigadores han logrado identificar agujeros negros más allá de nuestra galaxia, en la cercana Nube de Magella.

El descubrimiento de los científicos se detalla en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society. Explicaron que habían detectado los movimientos sospechosos de una estrella, lo que terminó revelando la existencia de un pequeño agujero negro. Situada a unos 160.000 años luz de nosotros, NGC 1850 (ese es su nombre) se encontró en el cúmulo estelar del mismo nombre.

Un descubrimiento que anima a los científicos a continuar su investigación en cúmulos estelares en áreas generalmente poco estudiadas por los investigadores de agujeros negros. Para Sara Saracino, astrofísica de la Universidad John Moores en Liverpool, ahora será necesario que la ciática escudriñe estos cúmulos estelares para descubrir sus más mínimos secretos.

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