Made in Abyss: ¿Un segundo aire para [SPOILER] ¿Significa una conclusión inevitable o un cambio de opinión?
El episodio 11 comienza con Reg todavía vivo pero inconsciente. Ahora, parece que no hay nada que se interponga entre Faputa y el cumplimiento de su objetivo. Incluso con la llegada de Nanachi y Belaf para detenerla, es difícil no cuestionar si pueden manejar todo lo que soportó Reg. Con todas sus barreras desaparecidas, Iruburu está sujeto no solo a la ira de Faputa sino también a la de todas las bestias que habitan el abismo. ¿Cuál destruirá finalmente a Iruburu y posiblemente termine el viaje del trío?
La ira de Faputa persiste, enfocándose ahora en por qué Reg no puede recordar su tiempo juntos en su totalidad. Ella pone su mirada en Riko, decidiendo que ella debe ser la razón por la cual Reg no puede recuperar su memoria por completo. Mientras Moogie, Maaa y los aldeanos restantes intentan encontrar refugio para Riko, ocurre un ataque sorpresa. Nanachi, con la ayuda de un Belaf que se deteriora lentamente, llega para intentar detener a Faputa. Sintiendo que la gran forma de Belaf es el resultado de haber consumido a muchos de sus hermanos, Faputa redirige toda su ira hacia él. Mientras Faputa ataca a Belaf, recuerda que, a pesar de pedir que cada parte de él se consumiera cuando se convirtió en un hueco, Irumyuui dejó intactos sus recuerdos de ella y el Cuerpo de Ganja. Belaf entiende ahora que esto fue por el bien de Faputa. Con el golpe final de Faputa, libera sus recuerdos en una nube de humo que envuelve a Faputa. Está sujeta a visiones de su madre con Vueko y Belaf, sintiendo la profundidad de sus conexiones entre sí.
La vista de los recuerdos hace que Faputa se tambalee, ya que ahora está en conflicto por su odio por todo lo que Ganja Corps le hizo a su madre y los aparentes momentos de amor que su madre compartió con ellos. Faputa intenta recordarse a sí misma que su propósito es destruir el pueblo y salvar a su madre. Su intento se frustra cuando ve a las mismas pequeñas ratas ermitañas que adoraba su madre, trayendo otra oleada de recuerdos de Irumyuui. Su agitación interna se interrumpe cuando una bestia del abismo se abalanza y se lleva a una rata ermitaña a la boca. Sin una barrera que los proteja, la totalidad de Iruburu ahora es vulnerable a innumerables criaturas, y rápidamente se abren camino dentro de los muros de la aldea que se desmoronan para darse un festín. La aparición de las bestias revitaliza la ira de Faputa.
Ella ve su llegada como si le quitaran su único propósito de existir. Aunque sus ataques a las bestias significan que técnicamente está salvando a los aldeanos, simplemente está actuando en represalia para poder continuar con su propia destrucción. Sin embargo, a pesar de su inmortalidad, Faputa no es rival para el creciente número de oponentes, incluido el temido Turbinid Dragon. Mientras lucha por enfrentarse al creciente número de bestias, los aldeanos también comienzan a sentir un profundo conflicto dentro de sí mismos. A pesar de que el pueblo casi fue diezmado, Moogie y otros se sienten heridos al ver a Faputa hecha pedazos.
Debido a que siempre la han reverenciado como la encarnación del valor, y probablemente porque todos ellos también tienen alguna conexión con Irumyuui, es inevitable que se vean afectados por su desaparición. Los aldeanos se unen para salvar a Faputa, ofreciendo partes de sus cuerpos a cambio de su fuerza renovada. Mientras continúa molestando a los aldeanos por ser egoístas, se encuentra en conflicto nuevamente cuando su curación viene con los recuerdos de aquellos a los que acaba de consumir. Cuanto más aprende, más se pregunta Faputa si hay un propósito oculto mayor para ella más allá de destruir Iruburu.
Mientras Faputa lucha por resolver su conflicto interno, Nanachi deduce que es probable que Wazukyan planee usar a Riko de la misma manera que usó a Irumyuui: crear una nueva aldea para cumplir su deseo de continuar su búsqueda. Belaf advirtió a Nanachi que tuviera cuidado con Wazukyan, por lo que depende de ellos descubrir cómo evitar que el pasado se repita. ¿Se preocupará Faputa lo suficiente por la desaparición de Vueko como para volver su mirada hacia Wazukyan, o volverá a su masacre una vez que las bestias se hayan alejado de su camino? Si Faputa descubre su nuevo propósito, tal vez Nanachi pueda convencerla de detener a Wazukyan y al ciclo de caos que provocan las Cuna del Deseo.
