Ciencia

Reciclaje de baterías de litio, ¿finalmente una realidad?

El reciclaje de baterías de litio es uno de los objetivos para las próximas décadas. Un desafío técnico que ya ocupa el día a día de muchos investigadores.

La emergencia climática está aquí. Frente a ello, las soluciones se multiplican para evitar el desastre ambiental que parece aguardarnos. La evolución más visible en los últimos 20 años es el desarrollo de la electricidad. A medida que todas las grandes empresas realizan esta transición histórica a la energía verde y renovable, queda una pregunta: Libra baterías de litio una vez que llegan al final de su vida útil? He aquí una pregunta a la que habrá que dar una respuesta concreta muy rápidamente, para no entrar en una crisis ecológica de nuevo tipo.

Ante este problema técnico, actualmente se están desarrollando soluciones. El reciclaje existe, pero todavía está en pañales. Acaba de aparecer una nueva solución. Un estudio publicado por Recell Center, un centro de investigación dedicado al tema del reciclaje, especialmente las baterías, ofrece una nueva forma de hacer las cosas. Usando una técnica llamada «Flotación de espuma» ya utilizado durante décadas por la industria minera, los investigadores consiguen reciclar piezas de batería conservando gran parte de su pureza y por tanto de su rendimiento. La única desventaja ecológica es que este modelo de reciclaje consume mucha agua, efectivamente es necesario sumergir las baterías en tinas para descomponerlas y así reciclar las partes más importantes.

Estandarizar el reciclaje de baterías

Esta iniciativa de Recell Center es un primer paso hacia el reciclaje de baterías a gran escala. Por tanto, el objetivo a largo plazo es simplificar la forma en que esta nueva industria reutilizará los componentes electrónicos. En la continuidad de este círculo virtuoso, un mejor reciclaje de baterías, menos costoso de lo que es hoy, también podría tener un impacto no despreciable en el precio de los acumuladores eléctricos y, por tanto, de los productos que los utilizan, los coches eléctricos, estando en primera línea. Este nuevo estudio muestra en todo caso un cierto interés por parte de la industria por conseguir solucionar este problema antes de que surja.

Según las últimas estimaciones, para 2030 2 millones de toneladas de baterías estarán al final de su vida útil y podrán reciclarse cada año, queda por ver si las tecnologías estarán lo suficientemente desarrolladas para satisfacer esta demanda. El próximo objetivo de Recell Center es rentabilizar este método de reciclaje y, en segundo lugar, reducir al máximo el consumo de agua, para que tenga la menor influencia posible en el planeta.

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba