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Repasa The Witcher Nightmare of the Wolf, ¿la precuela que esperábamos?

Con Vésémir como cabeza de cartel, Le Cauchemar du Loup ya se perfila como un elemento básico de la saga The Witcher. ¿Está a la altura de la reputación de la franquicia?

En su nueva película de animación, Netflix nos transporta a las tierras de Kaedwen a las 11th siglo, donde la fortaleza de los brujos domina el valle de los aldeanos. La película está demostrando ser una buena forma de esperar la temporada 2 de la serie de Netflix que llega en diciembre, al tiempo que presenta al personaje de Vésémir, mentor del famoso Géralt de Riv. Descubra nuestra opinión sobre The Wicther: La pesadilla del lobo en esta revisión.

Vesemir y sus pasiones

En conjunto, La pesadilla del lobo es una muy buena introducción al personaje de Vesemir, que pronto debutará en la temporada 2 de la serie de Netflix. Además de su carrera como brujo, conocemos más sobre su infancia, lo que lo empujó a elegir este camino, pero también sus primeras emociones. Para ello, la película rastrea su pasado hasta la finca donde creció, en compañía de Illyana.

Cansado de su condición de sirviente, un día conoce a Deglan, un poderoso brujo que está a la cabeza de Kaer Morhen. Atraído por las riquezas que le prometía la profesión, Vésémir se deja tentar y se compromete a convertirse a su vez en uno, cueste lo que cueste.

La pesadilla del lobo, si explora a fondo los riesgos de convertirse y seguir siendo brujo, también se ocupa de las pasiones del joven Vésémir (¡de 70 años de todos modos!) así como de la evolución de su carácter. Aunque su psicología es bastante simplista en su forma, aún logra sorprendernos en varias ocasiones. Una evolución convincente, aunque muy sutil. Las pocas notas de humor permiten que la película agregue profundidad al personaje. Además, La pesadilla del lobo se entrega sin disgusto a la parodia y sin vergüenza reanuda la escena del baño, que se ha vuelto legendaria desde la temporada 1 de El Brujo. Evidentemente, los personajes del universo tienen apetito por la hidroterapia.

La película también tiene el mérito de sentar las bases de toda la saga. El Brujo, series y juegos incluidos, explicando cómo Kaer Morhen se redujo a escombros y por qué había tan pocos testigos cuando Geralt de Rivia estaba en el apogeo de su gloria.

Un proyecto que carece de ambición

Es una producción que tiene la voluntad de tratar un tema más que presente en la serie de videojuegos, pero también en la saga de Netflix y los libros originales: el conflicto entre humanos, brujos y magos. Entre ellos, forman un trío del infierno en el centro del cual el caos y la violencia han reinado durante siglos.

Notaremos de todos modos una cierta pereza del escenario, que en su forma retoma temas clásicos, incluso simplistas. Está lejos de ser genial, pero la película es una explotación efectiva de la franquicia que se queda en las uñas de “lo que funciona”. Nos hubiera gustado que el escenario, que se centra sobre todo en la psicología del personaje de Vesemir, empuja el cursor un poco más allá.

La batalla, que decidió el trágico destino de los Witers y Kaer Morhen, llega demasiado pronto en la trama. Sin embargo, representa un importante punto de inflexión en la historia de El Brujo, que habría merecido un tratamiento menos sumario. Dada la duración del largometraje, 1h20, el guión a veces se ve obligado a sobrevolar algunos elementos de la trama.

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