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¿Tendrá acceso a información externa en prisión?

Si conoce a alguien que ha estado encarcelado durante algún tiempo y se pregunta qué tipo de acceso tiene a Internet y a materiales educativos, este artículo debería ser muy informativo. Puedes consultar el estado específico de tu amigo en prisión utilizando la herramienta lookupinmate en Internet, y eso simplificará enormemente la tarea de averiguar cualquier cosa sobre su situación mientras está en prisión.

Si usted o alguien que conoce es encarcelado, querrá saber qué tipo de derechos tiene en términos de acceso a la información. Esta información puede ser muy importante para reconstruir su vida y prepararlo para un empleo remunerado después de su liberación. Siga leyendo a continuación para aprender todo sobre el acceso a la información mientras está en prisión.

Acceso a la educación y la información en prisión

Muchos países del mundo han adoptado la posición de que acceder a Internet es un derecho humano básico, y eso significa que debe estar disponible sin importar el estado de la persona, es decir, si está libre o encarcelada. Un consejo formal en Europa ha declarado que Internet proporciona un valor de servicio público a todos los ciudadanos, y las personas en todas partes tienen el derecho legítimo de acceder a él para obtener información que solo puede estar disponible en Internet y en ningún otro lugar.

Cualquier limitación a este derecho humano básico no puede imponerse de forma arbitraria, sino que debe tener en mente algún objetivo legítimo. Las Naciones Unidas en 2011 coincidieron fundamentalmente con esta posición, afirmando que cualquier otro enfoque perpetuaría una ‘brecha digital’, trazando una línea entre una clase élite con acceso a Internet y una clase desfavorecida (como los reclusos) que carecían del mismo acceso.

La brecha digital

Este término fue acuñado por el Consejo de Derechos Humanos de 2011 y se refiere a la desconexión entre las personas privilegiadas con acceso a Internet y aquellas que no tenían acceso o tenían un acceso muy limitado. Sin la capacidad de usar Internet, se niega un derecho humano fundamental a la información y se impide que los detenidos tengan los mismos derechos que los demás. Otro aspecto importante de esta misma pregunta es el hecho de que el acceso a Internet proporciona una gran oportunidad educativa para los reclusos.

Dado que uno de los objetivos del encarcelamiento es rehabilitar a los malhechores y ponerlos en un mejor camino, parecería que tener acceso a materiales educativos en Internet sería una gran prioridad.

Vulnerabilidad y Discapacidad Social

El tema de la vulnerabilidad se refiere a grupos de personas que están inherentemente en desventaja con respecto a Internet y el acceso a la educación, entre ellos mujeres, personas con discapacidad y personas encarceladas. La discapacidad social es un concepto relacionado considerado por las autoridades de derechos humanos, quienes entienden que no todas las clases de personas tienen el mismo acceso debido a sus circunstancias específicas.

Los detenidos en prisión han sido discriminados en el pasado ya que todos caían en la categoría de personas vulnerables y socialmente discapacitadas que estaban en el lado equivocado de la gran brecha digital. Los defensores de los derechos humanos afirman que los reclusos deberían poder esperar tener una vida comunitaria que refleje la de la sociedad en general en la mayoría de los aspectos, además de la completa libertad que disfrutan la mayoría de los ciudadanos.

¿Tendrá acceso en prisión?

En la actualidad, no existe una obligación firme por parte de los centros penitenciarios de permitir el acceso a Internet a los internos, a pesar de que el sistema judicial los considera vulnerables y socialmente discapacitados. Se han revisado varios casos judiciales relacionados con el acceso a Internet y se han emitido decisiones, pero ninguno de ellos ha tenido un impacto directo en la concesión o denegación del acceso a Internet per se. En cambio, la mayoría de los casos hasta ahora han involucrado situaciones en las que los reclusos tenían al menos acceso parcial pero se les negó el acceso a sitios web específicos.

Cuando estos sitios web incluían material educativo, en particular información legal, los tribunales generalmente fallaban a favor del recluso, declarando que este material educativo solo estaba disponible en ese sitio web específico y que los reclusos debían tener el acceso deseado. Todo esto ha tendido a un resultado final en el que los reclusos tienen derecho a la información y la educación en Internet, pero ese derecho se puede permitir o denegar según el caso de cada institución.

Definitivamente hay motivos para disputar la denegación de acceso, particularmente si se trata de acceso a información y educación legal, pero no existe una ley universal que garantice el acceso a los reclusos. Eso significa que si alguna vez lo encarcelan por alguna razón, su acceso a Internet probablemente será parte de la política institucional donde está encarcelado.

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