Ciencia

Los investigadores están construyendo una ‘luna artificial’ para simular la microgravedad

Investigadores chinos han construido un enclave que hace el papel de una «luna artificial», donde podrán realizar experimentos de microgravedad en la Tierra y sin límite de tiempo.

Recientemente, les contamos sobre el progreso del sol artificial chino, que ha logrado un récord impresionante en el contexto del trabajo sobre fusión nuclear. Hoy cambiamos de registro no con una estrella, sino con una luna artificial al servicio de la ciencia.

Comencemos barriendo la pregunta más obvia: obviamente no es un cuerpo celeste en miniatura. Esta «luna» es, de hecho, una cámara de vacío de sesenta centímetros ubicada en un centro de investigación de última generación y diseñada para simular condiciones de microgravedad directamente en la Tierra.

Una historia del campo magnético.

La inspiración les vino de un experimento particularmente curioso, llevado a cabo a finales de la década de 2000. En ese momento, investigadores holandeses y británicos lograron hacer levitar una rana y un saltamontes en un campo magnético.

El concepto se basa en la estructura misma de los átomos que componen los seres vivos. Estos cuentan con electrones que orbitan alrededor de un núcleo, cada uno generando un pequeño campo magnético. En condiciones normales, la dirección de los diferentes campos es más o menos aleatoria; por lo tanto, se anulan entre sí sin ningún efecto perceptible en nuestra escala.

Por otro lado, todo cambia cuando se aplica un nuevo campo magnético externo más potente. Esto modifica la trayectoria de los electrones del cuerpo y alinea sus campos magnéticos; muy sumariamente, entonces entran en competencia contra este campo magnético externo. Si este último es lo suficientemente intenso, la fuerza desarrollada puede hacerse cargo de la gravedad, lo que tiene el efecto de levantar el objeto.

Una herramienta invaluable para la investigación.

Es este concepto el que los investigadores chinos han tratado de explotar. Pero en lugar de modificar su Wingardium Leviosa en ranas, tienen otras ideas en mente. Su prototipo de enclave aún es demasiado pequeño para albergar a un taikonauta; pero mientras esperan poder probar esta tecnología en humanos, pretenden usarla para llevar a cabo una gran cantidad de experimentos de ciencia de materiales de rutina.

Y lo menos que podemos decir es que esta “luna” será una herramienta fantástica. De hecho, durante sus experimentos, los investigadores siempre buscan reproducir las condiciones reales con la mayor fidelidad posible. Desafortunadamente, es extremadamente complicado cuando se trata de reconstruir algo que no existe en la Tierra, como la casi ausencia de gravedad. Por supuesto, siempre hay una forma de astucia; por ejemplo, los astronautas pasan gran parte de su entrenamiento en piscinas especialmente diseñadas para este fin.

Una aproximación muy útil, pero todavía muy alejada de las condiciones reales. Para reproducirlos realmente, es necesario recurrir a importantes medios logísticos, como el acceso a la ISS o un vuelo parabólico a bordo de un avión especializado. Esto es muy incapacitante, porque es una pregunta absolutamente crucial para todos los campos de investigación relacionados con el espacio, desde la astrobiología hasta la ingeniería.

De hecho, estas son disciplinas que a menudo requieren muchas pruebas sucesivas antes de llegar al producto final. Sin embargo, dado que las condiciones experimentales son difíciles de reproducir, especialmente durante largos períodos de tiempo, muchos proyectos fascinantes se quedan en el camino debido a la falta de tiempo y recursos. Il y avait donc urgence à trouver d’autres méthodes pour reproduire de telles conditions sur Terre, et il sera très intéressant de suivre l’actualité autour de ce projet car il pourrait accélérer considérablement la recherche dans l’aérospatiale… avec des découvertes exceptionnelles à la llave.

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