Ciencia

Un tercer paciente se ha curado del VIH gracias a un nuevo tratamiento

Nunca dos sin tres: una nueva persona aparentemente se habría recuperado del SIDA, gracias a un tratamiento muy diferente al que se había beneficiado de los pacientes anteriores.

Si bien sigue siendo cauteloso acerca de la redacción, un equipo de investigación estadounidense ha anunciado lo que considera que es la aparente «cura» de un paciente con SIDA. Este sería entonces el tercer caso documentado de remisión completa de un paciente que desarrolló SIDA después de haber sido infectado con el VIH.

La historia comienza con la identificación de una rara mutación genética, que tiene el efecto de cerrar por completo la puerta de las células al VIH y así prevenir la infección. Los investigadores han intentado explotar esta particularidad en otros pacientes a través de un trasplante de médula ósea. Es este enfoque el que permitió a dos pacientes, que se dice que son “de Berlín» y «de Londres”, para deshacerse del virus; desde entonces han sido considerados los dos primeros pacientes «curados» de esta enfermedad.

Un enfoque funcional, pero muy exclusivo.

Por lo tanto, el concepto está validado. Pero el problema con este enfoque es la disponibilidad. Debido al reducido número de donantes, ya es muy difícil beneficiarse de un trasplante de médula ósea en tiempos normales. Baste decir que es aún más complicado encontrar muestras que también presenten esta rara característica; en la actualidad, solo se han identificado unos pocos miles de portadores en todo el mundo.

Además, esta rareza plantea un enorme problema adicional. Como regla general, para asegurar el éxito de un trasplante es necesario asegurar la compatibilidad entre donante y receptor. De lo contrario, este último se expone a un síndrome de rechazo con consecuencias potencialmente desastrosas. El problema es que con un panel tan pequeño de donantes potenciales, es casi ilusorio esperar una compatibilidad óptima; por lo tanto, debemos estar satisfechos con una en el mejor de los casos compatibilidad parcialcon todo lo que ello implica para las posibilidades de supervivencia.

Por estas razones, en el estado actual de las técnicas a nuestra disposición, es pues impensable hacer un tratamiento a gran escala. Por lo tanto, los investigadores continúan trabajando en tratamientos alternativos. Y fue un paciente estadounidense, esta vez llamado “de Nueva York”, quien se benefició del primer éxito en esta área.

De la médula al cordón umbilical

Esta señora, a quien se le diagnosticó el VIH en 2013, ha visto empeorar su condición con el tiempo y contrajo leucemia cuatro años después. En 2017, para tratar esta forma de cáncer particularmente problemática, recibió una infusión de sangre del cordón umbilical portadora de esta famosa mutación anti-VIH. Ella también se benefició de una inyección de células madre de parientes cercanos para limitar el riesgo de rechazo. Esto también permitió promover la diferenciación de nuevas células de cordón, presentes en cantidades muy limitadas al inicio del protocolo. El objetivo: dar las armas necesarias al sistema inmunológico para volver a la normalidad.

El objetivo se cumplió con gran éxito: su leucemia aparentemente está en proceso de remisión completa, y sin el menor rastro de rechazo del injerto. Esta es una gran noticia en sí misma, pero lo que es aún más impresionante es que después de tres años de tratamiento, los médicos simplemente decidieron detener la terapia antirretroviral por completo, este cóctel de fármacos que alarga la esperanza de vida a cambio de fuertes efectos secundarios. Mejor aún: desde este plazo, no ha no experimentó ninguna recaída.

Éxitos aislados, pero aún sin tratamiento a gran escala

Más allá de este rotundo éxito clínico, este protocolo tiene algunas implicaciones que podrían desempeñar un papel en el manejo general del virus. Comienza con el origen de los elementos trasplantados, a saber, las células del cordón umbilical. Ciertamente es un material raro, pero sin embargo más común que la médula ósea que se había utilizado para tratar a los dos pacientes anteriores según los investigadores.

Un buen punto para este enfoque basado en la sangre del cordón umbilical. Pero eso no significa que pronto erradicará el VIH. Esto no habrá escapado a tu atención: este método también requiere que el donante sea portador de esta famosa mutación. Por lo tanto, sigue siendo un enfoque difícil de generalizar.

Pero al menos, además de cambiar la vida del paciente, esta obra tuvo el mérito de mostrar una vez más la viabilidad de este enfoque basado en la mutación en cuestión. Por lo tanto, la investigación en este campo continuará con aún más vigor, con la esperanza de poder desarrollar, algún día, una técnica milagrosa que permita para beneficiar a todas las personas seropositivas sin restricciones de suministro.

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