Ciencia

Esta firma francesa sustituye las velas de los barcos por paneles solares

Heole se ha asociado con un navegante francés para probar su tecnología de paneles solares en las velas de un barco que iniciará la Ruta del Ron.

Heole es un joven rodaje francés que se destacó en CES 2022 con una propuesta de velas y sobres un poco especial; están recubiertas de un revestimiento específico que permite aprovechar la energía del sol además de la del viento para propulsar un barco o un dirigible.

Los paneles solares se han impuesto en ciertos barcos por razones obvias; son una fuente de energía especialmente fiable (cuando hace buen tiempo), además de ser significativamente más ligeras que otros medios de producción.

La preocupación es que necesitan tener espacio disponible; un elemento que hace mucha falta en los barcos. Por lo tanto, es difícil producir suficiente energía solar para impulsar el barco y alimentar la electrónica de a bordo ad vitam aeternam. Aquí es donde entra Martin Delapalme, el fundador de Heole, a quien la sección Voiles et Voiliers d’Ouest France le dedicó un artículo.

Flexible, ligero y ecológico

Este joven emprendedor imaginó así un concepto de navegación basado en “células fotovoltaicas orgánicas” (OPV). La idea es simple: con sus socios, pretende producir un material que sea ligero, flexible e incluso ecológico al mismo tiempo, que luego permitiría explotar otra superficie importante del barco, a saber, las velas.

La principal diferencia entre estas células y las de los paneles fotovoltaicos estándar es el sustrato básico utilizado para producirlas. Este suele ser silicio, pero Helio ha conseguido sustituirlo por semiconductores de origen exclusivamente orgánico.

Las velas así producidas son “tan delgados que son flexibles”, lo que los hace perfectamente adecuados para hacer una vela. Esta delgadez también los hace semitransparentes, lo que les permite “capturando la luz de ambos lados de la vela”.

Otra ventaja crucial para los navegantes: estas células orgánicas son menos sensibles a los caprichos del clima que sus contrapartes de silicio. “Permiten aprovechar una luminosidad más infundida como es el reflejo del sol en el agua, lo que aumenta su capacidad energética incluso con tiempo nublado”dice el fundador en el artículo de Ouest France.

La guinda del pastel: siempre según Ouest France, los semiconductores en cuestión no requieren ninguna operación de extracción. Este punto por sí solo ya reduce considerablemente la factura ecológica. Por lo tanto, este es un punto excelente en términos de desarrollo sostenible.

Un rendimiento bajo, pero un cierto interés, no obstante

El único inconveniente, y es significativo: la eficiencia de estas OPV es significativamente menor que la de las células fotovoltaicas de silicio. Según Engie, el rendimiento medio de estas últimas está entre el 13 y el 24 % en condiciones ideales (cifras de 2019). En cambio, la vela de Heole solo logra convertir el 3,5% de la energía solar en electricidad utilizable.

Una cifra relativamente baja, pero que no desmerece las promesas de la firma. Su fundador asegura que el hecho de poder explotar nuevas superficies será suficiente para compensar este bajo rendimiento. De hecho, según Usine Nouvelle, una vela de 50 m² cubierta con OPV “sería suficiente para que un trimarán de carreras transatlánticas sea autosuficiente en electricidade”, que está lejos de ser despreciable.

Bautismo de fuego durante la Route du Rhum

A partir de ahora, la firma se lanzará al fondo. Se ha asociado con el navegante francés Marc Guillemot, que comenzará la muy prestigiosa Route du Rhum en noviembre. Por lo tanto, será muy interesante prestar atención al rendimiento de su barco para juzgar la eficacia de una vela equipada con OPV en condiciones reales.

Si la prueba es concluyente, podríamos ver esta tecnología democratizándose a gran velocidad.Y no se trata solo de navegación; uno puede imaginar fácilmente muchas aplicaciones en varios y variados campos, lo que hace que todo sea aún más emocionante.

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