Ciencia

Este misterioso cuerpo celeste emite una señal de radio “extrema” cada 18 minutos

Los investigadores han detectado una misteriosa señal de radio, cuya fuerza y ​​periodicidad particulares sugieren la presencia de un nuevo tipo de cuerpo celeste.

Para descubrir los secretos del cosmos, los astrónomos no solo envían allí varias sondas y telescopios; también dedican buena parte de sus recursos a escuchar a las puertas del espacio interestelar. Esperan así que uno de sus instrumentos acabe cayendo sobre un elemento interesante. Esto es lo que les sucedió a los investigadores del Centro Internacional para la Investigación de Radioastronomía (ICRAR), quienes hicieron un descubrimiento muy misterioso.

Recogieron una señal de radio de tal regularidad que hizo que los relojeros suizos más prestigiosos se pusieran verdes de envidia; cada 18 minutos y 18 segundos durante tres meses, este verdadero metrónomo cósmico emitía ondas de radio con una variabilidad inferior a una diezmilésima de segundo.

La caza de repeticiones

Hay muchos cuerpos celestes capaces de producir una señal de radio periódica. Cuando te cruzas en su camino, uno de los primeros reflejos suele ser pensar en un púlsar. El ciclo de vida de estos objetos comienza con la explosión de una estrella masiva; esto deja tras de sí unos restos extremadamente densos, compuestos casi exclusivamente por neutrones, y que giran sobre sí mismos a una velocidad prodigiosa. Entonces hablamos de una estrella de neutrones.

Muchos de ellos tienen un campo magnético extremadamente fuerte. Luego emiten una corriente de ondas de radio que viajan por el espacio. Desde la Tierra, a veces es posible captar estas ondas de radio de forma intermitente, como las pulsaciones de un corazón que late: de ahí el término púlsar.

Una señal «extremocon una extraña periodicidad

Se trata pues de una primera pista que podría permitir explicar, al menos en parte, esta curiosa señal. Porque todavía hay elementos bastante misteriosos, empezando por el increíble fuerza de la señal lo que sorprendió a los investigadores. “Es una locura, muy, muy, muy extremo”, insiste en tres ocasiones la astrónoma Natasha Hurley-Walker en una rueda de prensa.

Y este no es el único elemento que resultó fuera de lo común durante estas observaciones. Además de su poder, el periodicidad muy extraña de la señal también desafió a los investigadores. De hecho, dentro del marco de un púlsar, cada «destello» de ondas de radio generalmente oscila entre unos pocos milisegundos y unos pocos segundos. Aquí, cada evento duró alrededor de un minuto. Un patrón que no se corresponde con ningún otro fenómeno astronómico conocido.

Fue completamente inesperado. Y incluso bastante aterrador para un astrónomo, porque no hay nada conocido en el cielo que muestre tal comportamiento.”
Natasha Hurley-Walker – ICRAR

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