Ciencia

NASA: contrato récord para aviación eléctrica

La agencia espacial estadounidense acaba de firmar dos nuevos contratos para desarrollar soluciones de propulsión eléctrica para vuelos de corta distancia en Estados Unidos.

La NASA acaba de firmar dos contratos históricos para la agencia estadounidense para ayudar a desarrollar la aviación eléctrica civil. La agencia espacial ha seleccionado así a las empresas GE Aviation, por 170 millones de dólares, filial del grupo General Electrics, que es hoy el principal proveedor de motores de aviones, y ya equipa la gran mayoría de aviones civiles en circulación.

Además de este gigante del mundo aeronáutico, la NASA ha decidido conceder parte de la suma (74 millones de dólares) a la joven empresa MagniX, creada en 2009 en Australia. La firma, que desde entonces se mudó a Estados Unidos, ya ha logrado producir varios prototipos de sus motores eléctricos, que comenzaron a volar en 2019.

Un ambicioso programa de vuelos en 2035

Según el programa de la NASA (EPFD), estas dos empresas tienen hasta 2035 para diseñar, probar y comercializar soluciones de aviones eléctricos para vuelos regionales en Estados Unidos. Según los términos del acuerdo con la agencia estadounidense, las dos compañías deben realizar al menos dos vuelos de demostración durante los próximos años para recibir la financiación completa.

«Estas demostraciones identificarán y eliminarán los obstáculos técnicos y los riesgos de integración», informa Gaudy Bezos-O’Conner, líder del proyecto en el Centro de Investigación Langley de la NASA en Virginia. Con este proyecto, la agencia espacial estadounidense espera iniciar y acelerar la transición a la aviación civil eléctrica.

Hoy el mercado de la aviación representa una de las principales fuentes de contaminación atmosférica. Solo en Francia, la DGAC, dirección general de aviación civil, estima su impacto en alrededor de 23,4 Mt de CO2. Los vuelos domésticos, a los que apunta aquí el contrato de la NASA, solo representan el 20% de esta contaminación. Una proporción similar en Estados Unidos que muestra los límites de esta solución.

Un mercado en auge

Pero mientras el mercado de aviones eléctricos está en auge, varias empresas también están buscando soluciones para aviones de largo recorrido. Estos vuelos de varios miles de kilómetros son muy contaminantes y por el momento no existe una solución ecológicamente viable que los reemplace.

Paralelamente a los esfuerzos realizados por la NASA y los principales fabricantes de aviones, pequeñas empresas llenas de ambiciones se están embarcando en proyectos disparatados. Este es, por ejemplo, el caso de HES Energy Systems, una empresa de Singapur que promete que su avión, Element One, podrá cruzar el Atlántico Sur gracias a su motor de hidrógeno.

El hidrógeno es siempre una energía que fascina. Su desarrollo ha continuado durante años en muchos campos, aeronáutica, pero también automotriz con la destreza de Toyota. En última instancia, podría ser una alternativa totalmente eléctrica, cuyo beneficio ecológico aún no se ha demostrado. Sin contaminar durante su uso, una batería le cuesta mucho al planeta durante su producción, por no hablar de su reciclaje, por el momento imposible.

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