Salud

Piel grasa, vete: ¡Vence la tristeza con los mejores consejos!

Tener la piel grasa no es del todo malo. Sí, a veces puede volverse súper grasosa y brillante pero sin abarcar todo lo que te hace, bueno, puede ser una pérdida de tiempo. Desde revisar los regímenes de cuidado de la piel hasta consejos y trucos de bricolaje en el hogar, ¡sigue leyendo para descubrir los mejores consejos para controlar ese aceite!

¿Por qué tengo la piel grasa?

Resulta que es más común de lo que pensamos. La piel grasa es principalmente un rasgo hereditario e incluso podría verse estimulada por una combinación de factores como los regímenes o productos para el cuidado de la piel, los desequilibrios hormonales o incluso los alimentos que se ingieren. Desencadena la sobreproducción de aceite / sebo de la glándula sebácea que se encuentra debajo de los poros de cada persona. Las glándulas sebáceas son las encargadas de producir los aceites naturales y, en algunos casos, la producción de aceite es excesiva.

¿Cómo sé que mi piel es grasa?

Si no has oído hablar de esto antes, es hora de tomar algunas notas y poner tu piel a prueba.

Hay cuatro tipos de piel principales que se pueden categorizar por sus características, por lo que se conocen distintivamente para la piel femenina y masculina. Los cuatro tipos de piel son piel normal, grasa, mixta o seca. Dado que cada tipo de piel tiene sus fortalezas y debilidades, siempre se debe intentar controlar el equilibrio. Por ejemplo, los tipos de piel más grasos tienden a centrarse en el control de la producción de aceite, lo que generalmente conduce a acné o brotes, y los tipos de piel seca retienen más humedad para hidratar la piel.

Si todavía se pregunta si tiene un tipo de piel grasa, busque signos de poros agrandados y claramente visibles, un aspecto graso brillante o comedones (puntos negros y puntos blancos) y acné de leve a severo. El acné puede ser un problema para todos los tipos de piel y puede llevar a un ramo lleno de problemas en el futuro, incluida la depresión. Sin embargo, ocurre con más frecuencia en personas con tipos de piel más grasos debido a la mayor producción de sebo y las glándulas sebáceas infectadas.

¿Cómo debo manejar mejor mi piel grasa?

No digas más. Vamos a sumergirnos directamente en él.

1. ¡Es hora de volver a revisar sus productos de maquillaje y cuidado de la piel!

No todo el mundo tiene el mismo grado de piel grasa. Este es un paso esencial, ya que no puedes tener mucho cuidado con lo que le pasa a la cara. Busque signos de «no comedogénico», «no obstruye los poros», «no acnegénico» o «no causaría brotes» en sus productos de maquillaje o cuidado de la piel actuales y futuros: ¡estas son las gemas que debe tener! Deseche todos los productos que puedan reaccionar negativamente a su piel.

2. ¡Busque los ingredientes activos que debe tener!

El peróxido de benzoilo, el ácido salicílico, la niacinamida, el zinc, los retinoides y el azufre son ingredientes que se deben atesorar. Si tiene un tipo de piel más grasosa, las cremas y los ungüentos tienden a no ser tan bien tolerados como las formulaciones más ligeras como sueros, geles y lociones. Si no está seguro de las cantidades que debe usar, especialmente en lo que respecta a la hidratación, elija primero una cantidad del tamaño de un guisante y rellénela si siente la piel seca en un par de horas.

3. Establezca un régimen básico de cuidado de la piel: con limpiador, tónico, humectante y protector solar antes de agregar más

Siempre es genial tener una rutina sencilla y diaria todos los días. Esto ayuda a mantener la piel, la mente y el cuerpo aclimatados a los productos para el cuidado de la piel. Al elegir un limpiador, opte por lavados faciales espumosos suaves que no contengan ingredientes sensibles como fragancias o alcohol desnaturalizado, pero elija lavados suaves en lugar de limpiadores que eliminan los poros, que pueden despojar la piel de los aceites y empeorar la condición.

4. Utilice siempre un protector solar con óxido de zinc, un compuesto antiinflamatorio.

Demasiado sol no ayuda a nadie. Cuando esté al aire libre, siempre es mejor ponerse una gran cantidad de protector solar (aproximadamente dos dedos para la aplicación facial) y volver a aplicarlo cuando sea necesario. Los protectores solares físicos o químicos de fórmula más ligera que contienen óxido de zinc, dióxido de titanio o niacinamida son excelentes opciones para los tipos de piel más grasos.

5. Exfolia tu rostro una vez a la semana, ¡y no te laves la cara con demasiada frecuencia!

Este consejo puede resultar complicado. La clave es exfoliar suavemente una o dos veces por semana y no exfoliar demasiado, ya que eso puede aumentar la producción de grasa en las glándulas sebáceas. Al lavar, recuerde utilizar los dedos para masajear suavemente el limpiador y evite ejercer demasiada presión o demorar mucho tiempo en dejar que el producto se asiente sobre la piel. Escuche su piel y encuentre un ritmo que se adapte a su cuerpo.

6. Evite tocarse las espinillas o tocarse la cara, ¡no importa lo tentador que pueda resultar!

Lo sé, a veces se siente como si tus dedos tuvieran mente propia. Estarías viendo la televisión y de la nada, sientes que estás a punto de reventar un punto blanco o tocarte la piel. Recuerde, sus dedos contienen bacterias y suciedad que pueden provocar acné.

7. La clave es escuchar tu piel y tu cuerpo; no todo funcionará igual, y eso está bien.

¡Está más que bien! A veces, el viaje puede ser un desafío, especialmente cuando se trata de averiguar qué protector solar no se arruga en la cara o qué humectante suaviza la piel y retiene la humedad o los factores humectantes naturales (NMF).

Lo importante es dar un paso adelante en la evaluación de la afección en cuestión y elaborar un régimen básico que sea fácil de seguir y que contenga todos los ingredientes activos necesarios para abordar los problemas de la piel.

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