Ciencia

Los científicos acaban de abrir una momia, sin tocarla

Los historiadores acaban de descubrir un tesoro en 3D. Se les ofreció el rostro de un faraón sin que ellos tocaran la momia.

En Egiptología, muchos son los seguidores, profesionales o aficionados que te dirán que el más bello de los tesoros que se encuentran, sigue siendo la tumba intacta de una momia. Saqueados desde la antigüedad, a menudo están vacíos, y las tumbas de los faraones siguen siendo raras en la actualidad. Si la tumba de Tutankamón es tan famosa no es porque se trate de un gran faraón, al contrario, sino porque ha resistido perfectamente la prueba del tiempo, hasta su descubrimiento en 1922 por Howard Carter.

Otro faraón ha vivido muy bien los últimos 3000 años, es un antepasado lejano de Tutankamón. Amenhotep I es, pues, el segundo faraón de la XVIII dinastía, vivió entre -1504 y -1506, casi 200 años antes que Tutankamón, undécimo faraón de la misma dinastía. Si el nombre de Amenhotep I es mucho menos conocido, el cuerpo de este último está lleno de misterios.

Una momia en perfecto estado

Conservada en Egipto desde su redescubrimiento en el siglo XIX, la momia del faraón nunca se había abierto, lo que ofrece pocas oportunidades para que los científicos la estudien. Pero gracias al avance de las nuevas tecnologías, ahora han logrado desentrañar los misterios de esta momia en perfecto estado, todo sin siquiera tocarla.

Como explica Sahar Saleem, radiólogo de la Universidad de El Cairo y científico jefe de este nuevo estudio, el cuerpo del faraón podría estudiarse gracias a un sistema de rayos X de nueva generación, basado en tomografía computarizada. Esta nueva técnica de estudio hizo posible «revelar el rostro del faraón» sin tener que deshacer todas las bandas que rodean a la momia.

Una cara con pelo rizado

Están excelentemente bien conservados y han permanecido intactos durante casi 3000 años. Si bien la tumba del faraón había sido saqueada por primera vez poco después de su muerte, los sacerdotes egipcios de la época habían decidido embalsamar y enterrar a la momia por segunda vez. Es esta segunda ceremonia, realizada con sumo cuidado, la que ha permitido tener hoy una tumba en un estado casi perfecto.

Debajo de las vendas, los científicos pudieron ver docenas de joyas, pero también amuletos, que se cree que traen buena suerte durante el viaje al más allá. Sorprendentemente descubierto por los científicos en el cráneo del faraón, este último parecía tener el pelo rizado, información rara para la época, que muestra una cierta peculiaridad del faraón.

Murió a los 35 años tras unos años de reinado, de causa desconocida, la tumba del faraón fue descubierta en 1907 por el célebre Howard Carter.

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