Ciencia

Tres parapléjicos pudieron volver a caminar gracias a un nuevo implante de columna

Trabajo particularmente impresionante, incluso en el contexto actual donde la medicina regenerativa está progresando muy rápidamente.

En un trabajo impresionante publicado en la prestigiosa revista Nature Medicine, investigadores suizos de la Ecole Polytechnique Fédérale de Lausanne (EPFL) presentaron el progreso de su trabajo sobre la curación del trauma nervioso; lograron devolver el uso parcial de sus piernas a tres parapléjicos gracias a un implante de nervio.

En la práctica, el resultado es comparable al de otros trabajos recientes que también han conseguido devolver el uso parcial de sus extremidades a paralíticos. Pero el enfoque, por otro lado, es bastante diferente. Aquí, punto de interfaz cerebro-máquina, células madre o red de nanofibras “bailarinas”; en cambio, el sistema se basa en un implante colocado al nivel de la columna vertebral.

En el contexto de la paraplejía de origen traumático, a menudo se produce una rotura parcial o incluso total de la médula espinal, o más bien de la médula espinal, según la nueva nomenclatura. Obviamente, esto es un gran problema, ya que es la interfaz que permite que nuestro cerebro entregue sus instrucciones a las cuatro esquinas del cuerpo a través de todas las ramificaciones del sistema nervioso. Cuando se corta la médula espinal, todas las estructuras aguas abajo son incapaces de comunicarse y, por lo tanto, de funcionar. Por lo tanto, este canal de comunicación debe ser restaurado.

Impresionantes resultados preliminares

Para conseguirlo, el equipo de Grégoire Courtine empezó por desarrollar un modelo predictivo del funcionamiento de la médula espinal de un humano medio utilizando un sistema basado en inteligencia artificial. Este modelo sirvió luego como referencia para los cirujanos que debían implantar los numerosos electrodos necesarios para el tránsito de la señal, uno a uno, directamente en contacto con esta delicada estructura. Luego solo tenían que calibrar cada implante para que la señal se adaptara al paciente.

Después de la operación, los resultados fueron bastante impresionantes. En menos de un día, los tres pacientes habían todos recuperaron algún grado de movimiento en las piernas, mientras que ellos estaban completamente privados de él hasta entonces. Incluso pudieron dar unos pasos en una cinta de correr. “Los primeros pasos fueron increíbles, un sueño hecho realidad”, explica uno de los pacientes en un comunicado de prensa.

Después de un breve período de entrenamiento, los participantes pudieron incluso realizar movimientos más complejos, como mantener el equilibrio, pedalear o incluso nadar. ¡Y después de varios meses de rehabilitación, uno de los pacientes puede incluso caminar un kilómetro sin interrupción! Extremadamente impresionante, sabiendo que de hecho es un ex parapléjico total.

Trabajo particularmente sólido

Otro dato destacable: la publicación parece haber sido aclamada casi unánimemente por los especialistas en la disciplina. Este es un hecho bastante raro para ser subrayado, porque es un campo de investigación en el que regularmente vemos montones de trabajos que parecen revolucionarios, pero demasiado alejados de la realidad concreta. Aquí, no hay polvo de hada, sino un trabajo sólido, y documentado de una manera extremadamente sólida.

Reggie Edgerton, fisiólogo del ejercicio de la Universidad de California entrevistado por Nature, se dijo a sí mismo “impresionado con el nivel de detallel” de la publicación. Sobre todo, acoge con satisfacción el aspecto global de este enfoque. De hecho, los investigadores no solo injertaron una especie de interruptor múltiple en la médula espinal para controlar los músculos de las piernas; se trata de restaurar la integridad del sistema original, incluido el vínculo entre el tronco y la parte inferior del cuerpo. “¡No solo caminamos con nuestras piernas!”, insiste Edgerton.

La otra gran ventaja de este enfoque es que permite explorar con gran precisión los mecanismos nerviosos implicados. Los comentarios de los tres pacientes permitirán a los investigadores “comprender mejor la dinámica de las señales de la médula espinal”, que luego podría permitir abordar otras formas de pérdida de control, por ejemplo, a nivel de la vejiga o la función eréctil. Eventualmente, incluso esperan poder abordar las formas más graves de parálisis, como la cuadriplejia.

El equipo de Grégoir Courtine acaba de recibir la aprobación de la administración estadounidense para iniciar un ensayo clínico en Estados Unidos, con el fin de probar el dispositivo en más pacientes. Esperan poder tratar a personas que se han quedado parapléjicas recientemente; esto minimizaría la degradación de las vías neuronales, lo que podría hacer que el tratamiento sea aún más efectivo. Por lo tanto, será necesario seguir el progreso de este trabajo con especial atención, ya que podría cambiar la vida cotidiana de muchos pacientes en tan solo unos años.

El texto del estudio está disponible aquí.

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