Ciencia

Cómo adoptar un blob (gracias al CNRS)

La mancha es una de las especies menos comprendidas de la naturaleza. Tan mal entendido que todavía no sabemos si es un animal, una planta o un hongo.

La mancha es emocionante. Ni animal, ni vegetal, ni siquiera catalogado como hongo, es una especie aparte, que no cabe en ningún recuadro, y que es cada vez más intrigante para los científicos. El CNRS, centro nacional de investigación científica, ofrece al público en general medir de manera bastante simple los efectos del calentamiento global en este pequeño organismo unicelular. Encontrado naturalmente en nuestros bosques y bosques, la mancha es, en última instancia, un organismo bastante común.

De color amarillo, puede parecer musgo posado en un árbol para el ojo inexperto. Pero, en última instancia, la mancha es mucho más que eso. Ya estudiado por Thomas Pesquet dentro de la estación espacial internacional, el pequeño organismo es impresionante. No parece temer la ingravidez o el frío y el vacío espacial.

Seres «biológicamente inmortales»

Si no aprecia el calor y la luz, que oculta tanto como sea posible, la mancha es biológicamente inmortal. Unicelular, no tiene cerebro, pero tiene capacidad de memorización. Indispensable para los suelos que enriquece con minerales, el CNRS está interesado en la forma en que este pequeño organismo reacciona ante el aumento de las temperaturas. Para llevar a cabo este experimento con éxito, Audrey Dussutour, experta en la cuestión de la mancha, pidió la ayuda de 10.000 participantes. Ya premiada en varias ocasiones por su trabajo en esta pequeña organización, la investigadora, que trabaja desde la filial de Toulouse del CNRS, espera que esta misión permita al público en general descubrir la profesión de investigadora.

En su experiencia en la ISS, Thomas Pesquet ya está trabajando en conjunto con casi 5,000 escuelas en toda Francia que reproducen experimentos de testigos aquí en la Tierra. Como parte de este nuevo experimento, el investigador pide a los científicos que por un día se equipen con unas placas de Petri, una pequeña bombilla calefactora, un termómetro, todo por un compromiso de al menos 5 días. Todo el equipo necesario para llevar a cabo este experimento se puede encontrar en el sitio web del CNRS aquí.

Cada participante en el experimento tendrá que dedicar una hora al día, en un horario fijo, a atender su pequeña colonia de gotas. Todas las manipulaciones son nuevamente detalladas por Audrey Dussutour en el sitio del CNRS. En este video a continuación, explica cómo «despertar» los blobs una vez recibidos.

El CNRS anuncia que los participantes siempre tendrán su lugar a la hora de interpretar los resultados y que podrán contribuir, en la medida de lo posible, a la redacción del artículo científico que debe seguir. Esperando que sea publicado en una revista especializada. Si está interesado en la experiencia, la forma más sencilla es informarse sobre el trámite en el sitio web del CNRS, pero ojo, la experiencia debe llevarse a cabo en serio y no a la ligera.

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