Ciencia

Miles de vacas mueren cada año por ingerir metal

Cada año, alrededor de 30.000 vacas mueren por lesiones causadas por la ingestión de fragmentos de metal.

Verdaderos símbolos de la Francia rural, las vacas son una parte esencial de nuestra cultura agrícola. Por tanto, sería fácil imaginar que estos tótems emblemáticos de nuestro campo pastan sólo la hierba fresca de pastos inmaculados. Pero el último informe de ANSES descubierto por Futura presenta un panorama bastante preocupante de su dieta.

Y no se trata de los productos con los que los criadores les dan de comer. El problema proviene más de los desechos que se acumulan en ciertas granjas. Fue la asociación Robin des Bois la que se acercó a ANSES sobre este tema en 2019, después de notar la preocupante escala de un fenómeno dramático: estos bovinos, lamentablemente, tienden a tragar una preocupante cantidad de desechos.

Basándose en «datos recopilados en mataderos, durante autopsias y en granjas, así como sobre datos en la literatura científica”, ANSES estimó que muchos animales se vieron afectados por la ingestión de cuerpos extraños, en particular metales, que amenazan directamente su salud.

Se trata principalmente de alambres y en menor medida de clavos que vendrían principalmente de las actividades en torno a la explotación. Puede ser el mantenimiento de máquinas o vallas, desechos del sitio… Charlotte Dunoyer, jefa de unidad de ANSES, explica que “el uso de la mecanización para concentrar las piezas de metal en los alimentos distribuidos”.

Decenas de miles de animales mueren a causa de estas lesiones cada año.

En total, la presencia de estos cuerpos extraños afectaría del 7 al 20% del rebaño francés, o de 700.000 a 2.000.000 de cabezas. Mal augurio, sabiendo que están en el origen de importantes consecuencias que pueden llegar hasta graves lesiones del aparato digestivo. En total, este fenómeno provocaría la muerte de alrededor de 29.000 bovinos cada año en las granjas francesas. Esta cifra ya es dramática para las propias vacas, pero también para los criadores. Porque además de estos animales perdidos, se declaran alrededor de 30.000 animales más ”total o parcialmente”No apto para consumo a la llegada al matadero por estas lesiones.

Un lío increíble en muchos niveles. Sabemos, por ejemplo, que muchos criadores ya están luchando para llegar a fin de mes y, por lo tanto, estas pérdidas pueden constituir un déficit considerable. También es problemático desde el punto de vista medioambiental, dado el gran impacto climático de esta industria.

Magnetismo al rescate

Para combatir este fenómeno, que está adquiriendo proporciones bastante importantes, ANSES recomienda una serie de buenas prácticas susceptibles de proteger al ganado. Esto requiere una mayor vigilancia sobre los equipos, en particular sobre el mantenimiento de vallas y los diversos proyectos emprendidos por las operaciones. La agencia también sugiere el uso de electroimanes en el equipo que se usa para alimentar a las vacas, para extraer piezas de metal antes de que sean ingeridas por las vacas.

Sorprendentemente, estos imanes se pueden utilizar incluso de otra forma; los criadores también pueden colocarlos en el rumen de la vaca por vía oral. Luego permiten capturar estos cuerpos extraños antes de que migren a órganos frágiles, como el corazón o el diafragma. Esto reduciría a la mitad el riesgo asociado con la presencia de cuerpos extraños. Además, según ANSES, el imán en sí no representa ningún riesgo para la salud del animal.

Quedan por abordar otros problemas que pueden amenazar al ganado. Esto incluye, en particular, la contaminación química de los pastos de fuentes externas y la contaminación plástica, que no se puede manejar con imanes.

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